Donde el coronavirus sigue pegando fuerte es en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ), a cargo de Ernestina Godoy, donde ayer se dio la instrucción de cerrar la Coordinación Territorial Venustiano Carranza, debido a presuntos contagios en el personal que ahí labora. Los denunciantes tendrán que acudir ahora a las agencias 3 y 5 para presentar sus querellas. Lo que nos dicen es que durante la pandemia van nueve personas de la dependencia que pierden la vida y aproximadamente 20 más se encuentran hospitalizadas, pese a los esfuerzos que realizan las autoridades por sanitizar y proteger a sus elementos.
En el Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México andan metidos en un problema laboral, debido a que el magistrado de la Sala Ordinaria, Ernesto Schwebel Cabrera, se niega a dejar el cargo, luego de que su gestión terminó el 22 de mayo. Nos dicen que la directora General de Administración del organismo le pidió que entregara los bienes que tenía bajo su resguardo y, en contraparte, don Ernesto promovió un juicio de amparo, argumentando que están violando su derecho a ser ratificado, debido a que por la pandemia se suspendieron los procesos legales para determinar si se puede mantener o no en el cargo. Mientras las cosas vuelven a la normalidad, el magistrado pide que le paguen su salario porque asegura que aún es parte del tribunal. Así que habrá que esperar la llegada de la “nueva normalidad” para saber si el magistrado se va o se queda.
Algunos compañeros del diputado mexiquense Nazario Gutiérrez (Morena) descubrieron lo que ellos consideran “la verdadera intención” del legislador en el tema del transporte en el Estado de México. Aseguran que don Nazario no sólo busca que se entreguen vales para gasolina a los transportistas, sino que haya una homologación de la tarifa entre la entidad y la Ciudad de México, lo que representaría disminuir de 12 a cinco pesos el banderazo, algo que nunca aceptarán los operadores del volante, porque los apoyos no serían suficientes para contrarrestar las pérdidas. Nos dicen que el diputado local quizá debería explicar mejor a los transportistas, pues el caldo podría salir más caro que las albóndigas.