La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México analiza ocho proyectos, entre los que se encuentran celebraciones y lugares, para ser declarados como patrimonio cultural capitalino. Dos de estos proyectos se encuentran en proceso de dictaminación, sobre los otros seis se elabora el expediente correspondiente.
Uno de los que está en proceso de dictaminación es declarar al maguey, la elaboración del pulque y a las pulquerías como patrimonio biocultural y natural de la Ciudad. Mientras que se busca que el circo tradicional sea parte del patrimonio inmaterial de los chilangos.
Otras festividades que podrían entrar a esta lista son la representación cívica de la Batalla de Puebla en el Peñón de los Baños; la Marcha del Orgullo y los carnavales. A ellos se sumarían la cultura sonidera, así como la Plaza Tlaxcoaque, para que sean declaradas como patrimonio inmaterial de la Ciudad de México.
Por último, la Secretaría de Cultura capitalina proyecta que el río Magdalena adquiera el título de patrimonio biocultural de la capital del país. Estos últimos seis proyectos están en proceso de integración del expediente.
Plan de salvaguarda
En entrevista con EL UNIVERSAL, Claudia Curiel de Icaza, titular de la dependencia, detalló que las comunidades se acercan para solicitar la declaratoria y después se hace todo un proceso para su análisis y dictaminación: “Todo esto dura algunos meses, es un trabajo profundo de investigación entre las instancias de gobierno, con organismos autónomos, universidades, se hace un trabajo territorial en las comunidades, entonces, es un trabajo bastante complejo y profundo”.
Recordó que este mes de marzo los sonideros solicitaron formalmente ser declarados como patrimonio inmaterial y ya se trabaja en ello.
En este sentido, recalcó que la declaratoria de patrimonio cultural sólo la puede hacer la Jefatura de Gobierno y no se limita a entregar únicamente un diploma.
“Es exclusivo de la Jefatura de Gobierno y si hay algo que tenga que ver con las alcaldías, también lo tienen que hacer con la Jefatura de gobierno, y solamente ella es la que puede emitir una declaratoria con todos los procesos que comenté, que son procesos mucho más profundos de trabajo y que pasan por varios comités técnicos, y pues está bien que las alcaldías les den visibilidad, pero no por eso pueden inventarte una declaratoria, punto”, dijo.
Añadió que lo importante de las declaratorias no es dar un diploma a ciertos grupos o lugares, sino saber cuál va a ser la estrategia de política pública para protegerlos, difundirlos y que su tradición no desaparezca.
“Por eso es un trabajo profundo y por eso lo que se desprende de una declaratoria es el plan de salvaguarda, que es el plan de política pública para tengan relevancia en la Ciudad y puedan tener más impulso, eso es lo fundamental de una declaratoria, no declararlos nada más porque sí”, indicó la secretaria de Cultura local.
Marco legal
El 29 de octubre de 2020 se publicó en la Gaceta Oficial la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México, en donde se especifica que se considerará de esta manera a los elementos y manifestaciones materiales e inmateriales de la actividad humana y del entorno natural a los que se reconoce por tener un valor excepcional con significado social, y que requieren ser salvaguardados.
Esta legislación marca que podrán ser considerados patrimonio cultural inmaterial los actos festivos, lenguas, rituales, técnicas artesanales tradicionales, tradiciones y expresiones orales y usos sociales.
Asimismo, podrán ser considerados patrimonio biocultural los conocimientos y saberes tradicionales, diseños, juegos tradicionales, medicina tradicional, paisajes bioculturales, recursos genéticos, rutas y/o itinerarios bioculturales, tecnologías y tradiciones orales.
Para lograr la preservación de este patrimonio se creará un Programa de Salvaguarda del Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad, el cual será el instrumento de planeación, para la definición de políticas, estrategias y acciones para su salvaguardia.
De igual forma, en este programa se especificarán, entre otras cosas, la coordinación entre el gobierno federal, organismos internacionales, Gobierno de la Ciudad de México, alcaldías e instituciones académicas para la salvaguardia del patrimonio.