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.- Candelas que serán encendidas dentro de faroles de papel de china en forma de prismas, cruces, calaveritas, estrellas y féretros, preparan habitantes de este municipio para el tradicional “Paseo de Los Muertitos” , también conocido como “Procesión de Los Farolitos” , para recibir a los niños que han fallecido.
No obstante, por segundo año consecutivo este recorrido será virtual afirmó el alcalde Edgar Adrián Hernández Márquez, quien explicó que a pesar de que el semáforo epidemiológico es verde, la pandemia por Covid-19 aún no termina.
Como cada año desde 1875, en la celebración del Día de Muertos , los habitantes de Tultepec se preparan para el tradicional Paseo de Los Muertitos, procesión que llega a concentrar hasta tres mil personas, por lo que nuevamente la celebración será virtual, para evitar contagios.
La familia Urbán Velasco, impulsores de esta tradición y genuina expresión tultepequense, convocaron a cinco talleres de artistas locales a donar un farolito y a participar en el recorrido que se hará con carros alegóricos por las calles por donde tradicionalmente se realiza La Procesión de Los Farolitos.
Juana Antonieta Zúñiga Urbán, Cronista Municipal, afirmó que la tradición surgió por la creencia popular de guiar con una candela encendida en un farol las almas de los niños que han muerto y no recuerdan el camino a casa de sus familiares, los cuales vienen a visitar cada año a partir de las 12:00 horas del 31 de octubre.
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El alcalde señaló que en esta ocasión el recorrido que tradicionalmente se realiza por calles del primer cuadro, lo realizarán únicamente familiares que dieron origen a esta tradición a bordo de un carro alegórico con piezas de cartonería alusivas al Día de Muertos y acompañados por una banda de música de viento.
El Paseo de Los Muertitos se realiza desde 1875, cuando Doña Juanita Solano , catequista del templo, hizo la invitación a los niños del pueblo para que junto con sus familiares realizaran la procesión el último día de octubre, señalaron familiares que han impulsado estado esta tradición.
“La sugerencia fue que por cada familia que tuviera un infante fallecido, un angelito portara un farol hecho con vara de garambullo, colorido papel de china y una vela encendida al centro. Esto dio pie a la destreza y creatividad de los tultepequenses para crear prismas, cruces, calaveritas, estrellas y féretros, entre otras figuras”, señalaron artesanos.
Era costumbre que los vecinos iluminaran las calles por donde pasaba el recorrido, esparciendo frente a las casas pétalos de cempaxúchitl, además de aromatizar con sahumerio.
Desde hace varias décadas, el tradicional Paseo de Los Muertitos o Procesión de Los Farolitos, inicia a las seis de la tarde frente a la casa de la familia Urbán Velasco, quienes son los continuadores de la tradición, en la esquina suroeste de la Plaza Hidalgo, justo atrás de la Concha Acústica de la cabecera municipal.
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apr/nv
