Avenida Paseo de la Reforma se tiñó de naranja y amarillo con la inauguración del Festival del Cempasúchil 2022 . 140 floricultores de las alcaldías de Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta y Tlalpan llevaron cientos de años de historia y tradición al centro de la Ciudad de México para dar vida a las fiestas del Día de Muertos.

Del 24 al 30 de octubre, se espera recibir a más de 200 mil visitantes. Se contempla una derrama económica de al menos 1.4 millones de pesos para los floricultores, 10 mil por cada uno a lo largo de la semana con una venta promedio de 5 mil plantas.

Una de estas vendedoras es Araceli, floricultora originaria de San Gregorio Xochimilco, que sigue la tradición de 5 generaciones de su familia cultivando la flor. A diferencia de muchos otros productores masivos, que emplean una semilla modificada genéticamente en China, ella es de las pocas que sigue sembrando la fécula original, conocida como "clemolito".

Los pasillos del festival gozan de color y vida, hay catrinas y bailarines desfilando con sus vistosos trajes típicos, esculturas de cráneos floridos y lo más importante,

Una de las visitantes, Estéfany, asistió para buscar cosas para armar su ofrenda y se dejó maravillar por la variedad de decoraciones como catrinas, dulces, figuras y flores del lugar. "A comparación del año pasado, hay muchas más cosas, después de la pandemia ha regresado esta tradición con más fuerza y eso es importante para los mexicanos" opinó.

El evento sirve como exponente de la recuperación y esfuerzo de la floricultura capitalina luego de 2 años de pandemia.

El director de Turismo y Fomento Económico de la alcaldía Xochimilco, Luis Saldivar Olivares, informó que la producción de cempasúchil de este año superó en un 40% al anterior con más de 5 millones de flores sembradas por los 5 mil floricultores de la Ciudad de México.

Nathalie Veronique Desplas Puel, secretaria de Turismo de la Ciudad de México explicó la importancia del evento para atraer visitantes de todo el mundo, que buscan un turismo sustentable post pandemia. Como Hanna, de Nueva Jersey quien, a pesar de desconocer gran parte del significado de la tradición del cempasúchil, disfrutó del festival. "Alguien como yo que viene de Estados Unidos y ve que la cultura de aquí está tan viva, me dan ganas de hacer mi propia ofrenda" Dijo.

Y no sólo abunda el naranja en el festival, otras plantas como la berenjena, la ruda, la albahaca e incluso la planta de Jamaica tienen su lugar. También los dulces y platillos típicos llenaron Avenida Reforma de sus característicos aromas.

Emanuel Barquera, de San Pedro Atocpan, Milpa Alta, lleva tres generaciones haciendo mole y espera que sus nietos aprendan el oficio. En su puesto se puede encontrar mole, salsa macha, de arándano, morita, siete chiles y botanas como fritos y plátanos machos.

A Erika, floricultura de Xochimilco, le tomó medio año preparar la cosecha y en la misma chinampa que su familia ha cultivado desde hace varias generaciones, mantiene viva la tradición y da sustento a su familia.

"Es una forma muy buena de hacer que la sociedad conozca la cultura y tradiciones de los floricultores que vienen desde nuestros antepasados, el campo y la tierra nos mantiene y nos da de comer desde siempre" comentó, refiriéndose al festival.

Ella explica el proceso de su producción.

"Primero es germinar la semilla en un ambiente oscuro, después la plántula se pasa a las macetas cuando tienen un tamaño promedio, se tienen que regar a diario. También se fertiliza y fumiga por plagas como la cenicilla e incluso las mariposas, que dejan sus larvas y destruyen la planta."

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