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Durante seis horas y media, aproximadamente 8 mil operadores del volante agremiados al Movimiento Nacional de Taxistas (MNT) semiparalizaron la capital del país con movilizaciones en 26 zonas, en demanda de una regulación más estricta en contra de los operadores de Uber, Cabify y Didi, a quienes consideran una competencia desleal.
Aproximadamente a las seis horas inició el movimiento que habían advertido los dirigentes de la agrupación, con cierres parciales en las autopistas México-Querétaro y México-Pachuca; a la altura del paradero de Indios Verdes, en la avenida Paseo de la Reforma, parte de Insurgentes, así como Tlalpan, en entre otras vías, ocasionando que cientos de personas bajaran del transporte público y caminaran varios kilómetros para llegar a sus trabajos y centros escolares.
Por lo anterior, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) montó un dispositivo especial. El titular de la institución, Jesús Orta, aseguró que hubo saldo blanco en la Ciudad de México tras la movilización.
El principal punto de encuentro de los inconformes fue el Zócalo de la Ciudad de México, en donde a las ocho horas llegó un grupo de conductores que incluso se crucificó para exigir “piso parejo” con las empresas que ofrecen servicios de transporte a través de aplicaciones.
Un hecho que llamó la atención fue que un grupo de conductores fueron sorprendidos cuando destapaban botellas de cerveza en el primer cuadro de la Ciudad, hecho que reprobaron usuarios de redes sociales.
En la zona oriente también se sintieron los efectos de la protesta, principalmente en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde varios pasajeros perdieron sus vuelos debido a que se cerró el acceso.
Esta movilización tuvo eco en Palacio Nacional, donde el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respaldó a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y dejó en claro que no se puede decir que sí a todos los manifestantes.
“Hay veces que no se puede decir sí a todo; antes era célebre una frase: ‘Conflicto que se resuelve con dinero, no es problema’. No es decir: ‘O me das esto o hago un paro”, dijo.
La jefa de Gobierno consideró que algunas de las demandas de los taxistas son legítimas y otras “consideramos [son] un resquicio para seguir manteniendo la gestoría, pero a todos se les recibe aquí, a nadie se le cierra la puerta”, incluso dijo que al gremio se le ofreció trabajar a través de aplicaciones, pero no han dado una respuesta.
Ante las molestias generadas por la movilización, el dirigente de la MNT, Ignacio Ramírez, ofreció una disculpa a la ciudadanía por las afectaciones, pero manifestó que su movilización es para que se respete la ley.
Para las 12:30 horas, los inconformes abandonaron el Zócalo y los líderes acudieron a la Secretaría de Gobernación (Segob), donde sostuvieron una mesa de diálogo con autoridades federales, en la que convinieron reunirse el próximo jueves en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a las 13:00 horas, y que no habrá más protestas.
Ahí se continuó con la exposición de los reclamos que hacen los taxistas y conductores de microbuses que piden se respete el marco legal para regular el transporte: “Que se respete el espíritu de equidad, en el que las cosas sean parejas para todos, mientras eso no suceda, esos servicios [los de aplicaciones] son ilegales”, dijo el dirigente.