Tlalnepantla, Méx.— En la misma fosa fueron sepultados Paola y su hijo Jorge Dilan. El pequeño ataúd blanco del niño de cinco años quedó encima de la caja de madera de su madre, en una especie de abrazo permanente en el Panteón Civil Lázaro Cárdenas, donde una semana antes fue enterrada la pequeña Mía, la otra hija del matrimonio Mendoza Campos, cuya vivienda quedó bajo pesadas rocas del cerro del Chiquihuite.

Juntos permanecieron 11 días bajo una roca y juntos fueron velados y sepultados.

En una profunda fosa primero entró el féretro de la joven madre de 22 años, encima de ella el de su pequeño hijo.

A este cementerio llegaron a reunirse con Mía, de tres años, la hija menor de Paola que también murió en el derrumbe y sepultada el 16 de septiembre.

Alejandro Lazcano, fundador y vocalista de Alma Callejera, llegó a despedir a Paola con su letra de rock urbano: “Aquella luz angelical, lo más lindo de mi vida que me pudo pasar. Encontrarte a ti que eres tan especial, por amarme y quererme.

“Hoy no estás aquí, por eso quiero decirte en esta canción, donde veas esta cruz, ahí estaré yo”, cantó Jorge Armando, el esposo, junto al féretro de Paola, a quien le prometió sobrevivir.

Tú, de Perro Callejero, fue otra de las canciones con que familiares y amigos despidieron a Paola, a quien le gustaba el rock urbano, dijo su primo Víctor.

Porras, música, aplausos y muchas lágrimas fueron la constante en esta despedida.

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