Al verla tan alta, sacudiendo débilmente sus contadas y largas hojas, nadie pensaría que eran sus últimas bocanadas de aire, al sufrir de una enfermedad terminal, por lo que este domingo fue el último que vería en su más de 100 años de vida.

Pero no fue con tristeza o llanto la despedida, por el contrario, “nuestra palma”, como dirían la mayoría de los oradores en el último evento efectuado a sus pies, en este último día que estuvo en Paseo de la Reforma , fue acompañada con batucada, arlequines y decenas de bailarines, además de cientos de ciclistas, corredores o peatones, que constantemente apoyaban “con palmas para la palma”.

Además, su larga y gallarda vida, donde fue muda testigo de los grandes cambios que sufrió el país y, sobre todo, la Ciudad de México, desde Porfirio Díaz hasta nuestros días, La Palma no será convertida en leña o cenizas, como algunos pudieran pensar, sino que sus restos serán convertidos “en obras de arte”, anunciaría la secretaria del Medio Ambiente, Marina Robles García.

"Palmas a la Palma"

De allí que hoy, su último día que brindó sombra en un soleado domingo, el Gobierno capitalino le rindió el homenaje: “Palmas a la Palma” , donde, sin embargo, nadie de los oradores supo precisar su nacimiento, sólo que fue oriunda de Islas Canarias y que lleva más de “36 mil 500 días” acompañándonos.

Marina Robles

sostuvo que “hoy estamos aquí con una compañera cómplice de la vida, que recorrió en su historia caminos largos, como los de esos migrantes que han llegado a formar esta tierra llena de diversidad, que hace sorprendente a esta vieja y hermosa Ciudad de México”, comentó sin despegar la vista de la larga y vieja Palma, quien parecía observarla atenta, inmóvil, gallarda.

“Ha sido La Palma amiga, que escuchó todas las historias, las cercanas y las lejanas; las manifestaciones por las luchas que esta Ciudad ha dado y ganado; la que vivió los festejos: los del fútbol, los de los nuevos años con los jóvenes que han buscado el encuentro; que ha servido de Rosa de los Vientos para ubicarnos en esta vertiginosa ciudad”, insistió la funcionaria.

Por momento con voz entrecortada, la encargada de la política del medio ambiente capitalina, aclaró: “Hoy, es un momento de fiesta, porque los ciclos de la vida representan siempre oportunidades para continuarla, para mejorarla, para rendir tributo a esta naturaleza de la que somos parte y a quien debemos respeto”.

Sin importarle los penetrantes rayos solares, que parecían perforar la vestimenta de los presentes, Robles García insistió: “Venimos a homenajear a La Palma, a esta ‘Palma sola’, cazadora de nubes, guardiana de los atardeceres, pero también de los amaneceres, diría yo, que estamos dispuestas a construir juntos, en esta nuestra casa que es de todos, donde todos respiramos el mismo aire, donde todos necesitamos cuidar y construir el futuro”, destacó.

Y ante la llegada de más ciclistas, corredores y peatones, que detenían su camino para observar a la “enferma terminal”, quien tenía las horas contadas, dado que tendrían que darle “muerte anticipada”, por el mortal hongo que le impide permanecer de pie, la funcionaria continuó con su discurso:

“Venimos a homenajear a la amiga, a esta Palma que le abre futuro a una heredera, que elegiremos entre quienes vivimos en esta Ciudad. La Palma extranjera, esta que se va, pero que estuvo mucho tiempo con nosotros, así como los viejos ahuehuetes, como los fresnos y como los sicomoros nativos de la ciudad o como las hermosas jacarandas que llegaron a conquistarla”.

Todo ellos, destacó Mara Robles, “han construido este paisaje que nos representa en esta Ciudad, que es más que la prisa, que el tráfico, que la velocidad y el vértigo, que es la Ciudad que alberga al 2% de la diversidad biológica del planeta, una Ciudad conquistadora de derechos, en la que juntos sí podemos abrirle mejores puertas a la naturaleza”, dijo.

Ya para concluir, la secretaria del Medio Ambiente alzó la mirada para ver las largas hojas de la homenajeada: “Gracias a La Palma; Gracias, amiga”, destacó casi con llanto, para dar paso a los demás oradores y, más tarde, a la batucada, para continuar la fiesta que se prolongará hasta la noche de este domingo, cuando “nuestra amiga” sea retirada de Paseo de la Reforma.


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