La señora Claudia Moncada no tuvo de otra que pagar 2 mil pesos a una ambulancia de la empresa Alternativa Médica para que pudieran trasladar a su hermano, grave por Covid-19, a un hospital del IMSS.
Los operadores le pedían 11 mil pesos, pues según ellos, cada parada con paciente equivalía a 5 mil pesos que debía pagar.
Entre el llanto, Claudia les dijo que sólo tenía 2 mil pesos, porque había pagado por unos estudios en la Clínica Nápoles (que le habían entregado en blanco), y no podía pagarles la cantidad que pedían. La respuesta fue clara: “Pague, nosotros no somos su taxi”.
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Lo anterior forma parte del modus operandi que utilizan ambulancias patito que operan en diferentes calles de la Ciudad de México en la ilegalidad, pues no cuentan con ningún registro ante las autoridades sanitarias.
El director general de la Agencia de Protección Sanitaria de la Secretaría de Salud (Sedesa) capitalina, Ángel González, dijo que es imposible tener un número determinado de las ambulancias patito que operan, debido a que también han detectado el ingreso de unidades de otros estados para realizar servicios prehospitalarios en la Ciudad de México.
De acuerdo con paramédicos, las ambulancias patito, no cuentan con placas vehiculares expedidas por la Secretaría de Movilidad (Semovi), las cuales inician con las letras AM, seguido de números; usan de transporte públicos o particulares.
Tampoco cuentan con la característica regidas en la norma NOM-034-SSA3-2013, la cual señala que deben tener equipo especializado, dispositivos de sujeción, espacio libre que dé cabida a por lo menos un paciente en camilla. Un sistema de iluminación que permita la evaluación del usuario y la identificación de los insumos.
La operación de este giro de servicios de emergencia patito fue documentada por EL UNIVERSAL durante varias semanas, en las que se recabaron testimonios, entrevistas con autoridades e información consultada a través de fuentes, en donde se pudo conocer parte de la red detrás de estos servicios ilegales.
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Todo inicia desde el momento en que sucede algún accidente en la vía pública. Ahí, algunos policías avisan a las ambulancias patito, pues se presume hay un acuerdo, antes de llamar a los servicios públicos como el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), la Cruz Roja y el Centro Regulador de Urgencias (CRUM).
Los paramédicos son claros: “Nosotros nunca sabemos [de los accidentes], ellos [ambulancias ilegales] son los que siempre llegan primero a las emergencias”.
Estos vehículos —que según fuentes son adquiridos en deshuesaderos hasta por 10 mil pesos—, esperan en diferentes avenidas a que les avisen sobre una emergencia, o hasta que la frecuencia arroje algún servicio.
Su esquema de operación, contaron fuentes, incluye a hospitales privados, policías de sectores e, incluso, interceptar las frecuencias oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), CRUM y Cruz Roja.
Afectan emergencias
Paramédicos y coordinadores de emergencias, quienes prefirieron permanecer en el anonimato, refirieron que la operación de estas ambulancias ha generado un desplazamiento de las unidades reguladas y de instituciones públicas, lo que complica la cobertura de otras emergencias, pues al llegar a la zona en donde surgió un percance, una unidad patito ya se encuentra atendiendo.
Cuando sucede un accidente en la vía pública debe ser atendido por la Cruz Roja, CRUM o ERUM.
Rubén Rodríguez Romero, coordinador estatal de Socorros en la Cruz Roja Mexicana (CRM), comentó que existen dos tipos de ambulancias legales: las que están en el servicio público y las del privado, que cumplen con la norma NOM-034-SSA3-2013 para la regulación de los servicios de salud. Las demás son ilegales y no deberían operar servicios prehospitalarios.
“Otras personas ven la oportunidad de comercializar a través de una emergencia, es entendible que las personas puedan pedir una ambulancia privada, pero no en el sentido en el que lleguen ellos, se roben el servicio a través de interceptar las frecuencias [de radio] o que alguien se las pase, y atiendan el servicio y le digan a la gente: ‘Nos debes 3 mil 500 pesos’.
“Cualquier otro vehículo con foquitos, a veces sin razón social, teléfono, placa o que se usan de transporte público de carga, es preferible decir gracias, espero a que llegue una ambulancia [de cualquiera de las cuatro instituciones legales]”, dijo.
Van por regularización
De acuerdo con el anexo estadístico del tercer informe del Gobierno capitalino, en la Ciudad existen 178 ambulancias en operación: 39 del IMSS, 34 del ISSSTE, 11 de Pemex y 94 de Ssa.
El 10 de agosto, las autoridades capitalinas indicaron que había 67 ambulancias: 50 del ERUM y 17 del CRUM. Sin embargo, en 2018 se tenían contabilizadas 487.
El director general de la Agencia de Protección Sanitaria de Sedesa dijo en entrevista que el pasado 31 de diciembre quedó establecido el calendario y la forma para verificar ambulancias terrestres para garantizar que cuenten con las características médico-técnicas adecuadas para atender pacientes.
“Se verifica el equipamiento que debe tener la ambulancia, insumos, medicamentos, soluciones; el personal que esté a bordo debe estar acreditado por una institución educativa, y con estos elementos damos un dictamen médico-técnico para las ambulancias para que tramiten sus placas AM y puedan circular en la Ciudad de México”, explicó.
Otras de la medidas implementadas es que aquellas unidades implicadas en hechos de tránsito son remitidas al corralón y ahí clausuradas. Durante 2021, se suspendieron siete implicadas en incidentes de tránsito.
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