Cuautitlán, Mex.—Un fuerte olor a gasolina generó preocupación entre los habitantes del fraccionamiento Rancho San Blas, en la zona conocida como “cola de caballo”, pues por ahí pasan ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), además, en el 2018, se generó una fuga por una toma clandestina que fue encontrada en el lugar.

Irritabilidad en los ojos y garganta, fueron de las primeras señales que los vecinos tomaron en consideración como signo de preocupación, lo que también provocó la suspensión de clases esta semana, en tres escuelas públicas de Rancho San Blas de nivel preescolar, primaria y secundaria, en tanto se tuviera certeza de lo que ocurría.

“Era un olor insoportable y ya teníamos el antecedente de la fuga de hace ya prácticamente seis años, por eso mismo pedimos la ayuda y ya vinieron a decirnos que cuando removieron la tierra, salió el olor. El tema es que ellos no lo viven y aunque dicen que no hay peligro, sí nos preocupa”, relató Patricia, vecina del lugar.

Protección Civil del gobierno municipal de Cuautitlán acudió al sitio para inspeccionar el área, en compañía de personal de Pemex, asegurando que no hay ninguna fuga de combustible que pueda poner en riesgo a los habitantes, precisando que se trata de trabajos de un particular en ese punto, autorizados por la paraestatal.

Sin embargo, los vecinos de Rancho San Blas mantienen su inquietud, pues consideran que no es posible que se tenga el olor a combustible por el solo hecho de mover la tierra, toda vez que en el 2018, el personal de Pemex llegó para clausurar la toma ilegal de la que vieron salir cientos de litros.

Oswaldo Parra, Supervisor de Ductos de Petróleos Mexicanos, puntualizó que las obras que se realizan en el lugar son el encofrado para la protección de los ductos, ya que la empresa que acreditó propiedad del terreno construirá un retorno, supervisando el proyecto que les fue presentado, en el cual se hacen trabajos de mantenimiento y no de riesgo.

“Se colocará una plancha de concreto y tres muros. Uno del lado derecho, otro al centro y otro al lado izquierdo y posteriormente ya se tapa con arena, pero para esto ya se le da un mantenimiento a los ductos, se le quita esta protección que tiene y se le pone una nueva. Y lo que hará ese encofrado es como una caja que va a recibir todo el peso de los trailers y camiones que pasen por aquí”, explicó Oswaldo Parra.

Debido a los trabajos que realizan en la “cola de caballo”, el camino que conecta a los fraccionamientos Rancho San Blas y Santa Elena, se encuentra cerrado, obligando a motociclistas a subir por la banqueta y a automovilistas dirigirse hacia el Libramiento La Joya.

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