Metrópoli

Oleada de migrantes satura albergue

Viven hacinados en refugio de Metepec; encargados temen contagios de Covid-19

Desde hace un mes aumentó hasta 200% la llegada de familias que huyeron de su país, afirmó el fundador de Hermanos en el Camino. Foto: Jorge Alvarado/ EL UNIVERSAL.
30/09/2021 |00:38
Redacción
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Toluca, Méx.—La llegada de migrantes a México en una especie de “desbandada” provocó que el albergue de Hermanos en el Camino, en Metepec, se encuentre rebasado y en condiciones críticas, admitió su fundador Armando Vilchis Vargas.

En entrevista, lamentó que viven hacinados en un taller mecánico adaptado donde conviven familias haitianas, salvadoreñas, hondureñas o venezolanas. Actualmente hay más de 100 personas [18 niños entre ellos] y ninguna ha sido vacunada contra Covid-19.

Aseguró que desde hace un mes aumentó 200% la llegada de familias que huyeron de su país. Si bien algunos siguen su camino a la frontera, la mayoría espera recibir los documentos que les permitan trabajar y ser legales en el país por un tiempo.

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El espacio donde hace años se instaló el albergue es pequeño, aun así el “Instituto Nacional de Migración (INM) nos trae cada vez a más personas sin que autoridades federales, estatales o municipales nos hayan volteado a ver para, si quiera, prevenir un contagio de SARS-CoV-2”, dijo.

“Nos preocupa que no haya posibilidad de vacunar a las personas que llegan porque no sabemos cómo vienen y gracias a Dios no hemos tenido casos del virus; todos nos cuidamos, pero como la alternativa ante el desempleo es que salgan a pedir dinero a las calles, el riesgo de un contagio existe”, comentó.

En el albergue han logrado algunos cambios gracias a donativos de asociaciones civiles, pero los automóviles acondicionados como dormitorios se encuentran a tope.

Armando Vilchis explicó que debido a la cantidad de personas albergadas, los costos de luz y gas han aumentado significativamente, pues los migrantes usan su celular para comunicarse con sus familias y guisar implica gasto de combustible. Además les urgen huevo, arroz, frijoles, pero pidió a quienes dan donativos que no lleven ropa o zapatos porque tienen de sobra, sino pañales y productos de limpieza e higiene personal.

Para algunas de las familias su deseo es encontrar trabajo y quedarse a vivir en México.

Joshua llegó hace dos semanas con su esposa e hija de un año, quienes se encuentran muy enfermas de gripe y recibieron atención médica en un consultorio de farmacia, pues no quieren ir al hospital por temor a exponerse al Covid-19.

El joven de 25 años relató que tuvo que salir de su país, pues la casa familiar se quemó y al ver todo reducido a cenizas, buscaron a dónde migrar porque en Haití no hay trabajo y durante la pandemia fue despedido. Por eso busca quedarse en México.

“No quiero que me regalen nada, quiero trabajar, yo hacía artesanías con plata, puedo manipular cualquier metal. Llegué aquí [Metepec] porque un amigo me contactó, viajamos a Chile, luego hacia la frontera y llegamos, nadie nos ha tratado mal, pero no quiero volver a Haití”.

Joshua aseguró también que no quiere cruzar la frontera por el riesgo que implica para su esposa e hija.

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