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El problema entre comerciantes ambulantes y vecinos de las colonias Hipódromo, Condesa y Roma Norte y Sur se agudiza en la alcaldía de Cuauhtémoc ante la instalación de puestos metálicos en la Glorieta de Chilpancingo.
Justo hace dos años, la Autoridad del Espacio Público (AEP), invirtió casi 35 millones de pesos para recuperar la zona en la que sólo se tiene permitido la colocación de puestos de periódicos y flores en la glorieta. Hoy hay puestos de comida por la noche en el lugar entre la esquina de Insurgentes y Quintana Roo.
El proyecto de rehabilitación consta de la intervención de 12 mil 153 metros cuadrados que contempla la mejora de pavimentos, incorporación de luminarias, nueva vegetación, además de la colocación de mobiliario urbano, como bancas, juegos tubulares, bolardos y biciestacionamientos.
Rafael Guarneros, de la Asociación de Residentes Hipódromo, denunció que el ambulantaje está creciendo en esta demarcación ante la debilidad del alcalde en Cuauhtémoc, Néstor Núñez.
Detalló que hace una semana los Comités Ciudadanos fueron citados en la alcaldía para tener una reunión con la AEP. Ahí se notificó que regresarían los comerciantes informales a la Glorieta de Chilpancingo con estructuras metálicas fijas.
“De ninguna manera ese había sido el ofrecimiento de la autoridad y está publicado. La idea era recuperar ese espacio y ahora lo único que se generarán son zonas ciegas donde cualquier patrulla que vaya sobre Insurgentes difícilmente verá quién se esconde en la parte de atrás y esto generará delincuencia y narcomenudeo”, advirtió Guarneros.
De acuerdo con el Programa Parcial de Desarrollo Urbano de la colonia Hipódromo, está prohibida la instalación de cualquier comercio en ese tipo de espacios, salvo para la venta de periódicos y flores.
“No puestos de tacos, carnitas, fayuca, discos pirata, nada de eso, por lo que permitir este tipo de instalaciones es un incumplimiento a un proceso de recuperación ofrecido hace dos años y una violación al Programa Parcial aprobado en 2000 y ratificado en 2008”, indicó el vecino.
Los vendedores cuestionados, pertenecientes a la asociación Comercio Alternativo para una Vida Digna A.C., que encabeza Graciela Coronel Barrios, defendieron su espacio y afirmaron que cuentan con la autorización para poder comercializar.
El representante de los vecinos en la Hipódromo cuestionó que a tan sólo dos meses de la llegada de Néstor Núñez a la Cuauhtémoc se mantenga a las mismas personas de hace cuatro administraciones manejando todo lo que es vía pública.
Eso, dijo, se puede entender como corrupción: “Se han instalado más puestos, por ejemplo en Nuevo León y Citlaltépetl hay un puesto contaminante que utiliza carbón y que son carnes argentinas. La grasa se va al drenaje. En Alfonso Reyes y Tamaulipas está otro puesto, Las tortas de chilaquil, que por lo menos genera 600 mil pesos mensuales y no paga impuestos, bien podría estar instalado formalmente, pero es más fácil darle mordida a la demarcación”, condenó Guarneros.
Recordó que existe por parte de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) capitalina una recomendación específica a la alcaldía para que haga público el padrón de ambulantes y establecer un programa de reordenamiento que no se ha cumplido.
Frente a esta problemática, los vecinos llamaron a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, a que interceda en este asunto que, consideran, está a punto de salirse de control: “Vimos que la Cuauhtémoc le quedó enorme a Núñez”.
“Lo único que solicitamos a la mandataria local es que materialice ese ofrecimiento de acabar con la corrupción. Esa fue una promesa de la Cuarta Transformación y lo único que esperamos es que se cumpla”, recalcó Guarneros.
La semana pasada ocurrió un enfrentamiento entre comerciantes indígenas con servidores públicos de la alcaldía de Cuauhtémoc.
La gresca ocurrió cuando un grupo de personas del área de Vía Pública de Cuauhtémoc llegó a retirar a los vendedores por no tener permiso para vender sus productos.