Ecatepec, Méx.— Desde hace 20 años la familia Álvarez Calderón se dedica al reciclado de bolsas de plástico, una alternativa que, afirman, podría hacer frente al problema de contaminación por ese producto, el cual obligó al gobierno de la Ciudad de México a aplicar una ley para prohibir, a partir del próximo 1 de enero, el uso de ese material, con lo que se sancionará a la empresas que lo comercialicen o distribuyan.
A través de dos centros de acopio ubicados en la Ciudad de México, se recolectan hasta 10 toneladas diarias de bolsas de plástico, que son llevadas a una recicladora en la comunidad de Santa Clara, en Ecatepec.
Mediante un proceso de selección, licuado, fundición y embobinado se obtienen bolsas nuevas, que son utilizadas, principalmente, para la basura.
“Nuestro proceso es práctico, económico y amigable con el ambiente. Es cara la tecnología para reciclar bolsas, pero para nosotros realmente no tanto, porque [una parte de] nuestra maquinaria está hecha en México”, explicó Mario Álvarez Calderón, empresario dedicado a esa actividad.
En Santa Clara se selecciona el plástico, se licúa a altas temperaturas —de 100 a 200 grados centígrados— y después obtienen la materia prima, que es introducida a una máquina llamaba “extrusora”, que conforma los rollos de plástico que luego serán cortados y darán forma a bolsas de todo tipo en más o menos una hora.
“Merma aproximadamente 4%, cantidad que se vuelve a reciclar, entonces podemos decir que, en cuestión de reciclaje, estamos usando 100% del material que nos llega”, aseguró.
Los Álvarez Calderón, que se dedican a la comercialización de bolsas en la Merced, pidieron a las autoridades capitalinas que apoyen el reciclaje de este producto, porque en caso de desaparecer también afectaría a cientos de familias que dependen de esta actividad desde hace décadas.
Según la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, habrá sanciones económicas a partir del próximo año, que oscilan entre los 42 y los 170 mil pesos a las empresas que vendan o distribuyan bolsas de plástico.
Propietarios de pequeños negocios que elaboran este tipo de productos han recurrido a amparos para evitar que su actividad se vea afectada por esta ley.
“Nosotros nos amparamos para que nos escuchen [las autoridades]. Sabemos que el amparo no va a lograr que la ley cambie, pero sí queremos ser escuchados para que se nos permita seguir trabajando, porque no saben la cantidad de empleos que se van a perder”, advirtió Jesús Castañeda, dueño de un establecimiento de reciclaje de bolsas de plástico.
Lamentó que las autoridades no se hayan acercado a conocer las alternativas para la elaboración de bolsas 100% recicladas.