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Monterrey, NL.— Ante la peor crisis en el abasto de agua potable que haya sufrido esta zona metropolitana —la segunda más poblada del país, con 5.3 millones de habitantes—, el gobierno del estado y la Federación llevaron a cabo el año pasado un bombardeo de nubes para estimular las lluvias.
Según expertos como el meteorólogo Doroteo Treviño, responsable de este programa en el gobierno de Nuevo León, si bien sólo se puede utilizar esta tecnología cuando hay condiciones favorables para que llueva de manera natural, así se incrementan en 30% las precipitaciones y, en cierto modo, también se puede influir para que llueva donde más se requiere, al pronosticar la trayectoria de las nubes y decidir el momento de llevar a cabo el bombardeo.
El 12 de abril, el gobernador Samuel García anunció el arribo de un avión King Air operado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para estimular lluvias con yoduro de plata, con el doble propósito de aumentar el nivel de las presas y recargar pozos, además de ayudar a controlar un incendio forestal en la sierra de Santiago.
La aeronave, dijo, estaría en la entidad dos semanas, en las que se pronosticaban condiciones favorables para el bombardeo de nubes.
El 14 de abril por la noche —horas después de que se realizó el bombardeo de nubes— se registraron lluvias de leves a fuertes en diversos municipios metropolitanos y en la zona del incendio forestal, lo que logró avanzar en su control.
Entre la noche del 25 y la madrugada del 26 de abril, y luego de las prácticas de estimulación de lluvias ante la entrada del frente frío número 45, hubo precipitaciones de moderadas a fuertes e incluso tormentas eléctricas y granizo en 23 de los 51 municipios del estado.
Aunque la situación se alivió por unos días, subió poco el nivel de las presas, y así el 8 de junio el gobernador anunció la adquisición, por 70 millones de pesos, de un avión King Air similar al que envió por dos semanas el gobierno federal para bombardear nubes ante el pronóstico favorable para ese y los días siguientes.
El estado salió de la crisis hídrica, al menos por algunos meses, al registrar lluvias importantes a partir del 12 de agosto y hasta los primeros días de septiembre. No se habló más del programa de bombardeo de nubes hasta en días recientes, cuando se prevé su uso.