Héctor, uno de los niños cuyos restos, junto con los de su amigo Alan Yair, fueron descuartizados en una vecindad de la zona Centro, era aficionado a las motos de pista, y con ese pretexto sus captores y asesinos se los llevaron; incluso los invitaron a “dar gracias” a San Judas Tadeo, el 28 de octubre. Luego de esa noche —al rededor de las 20:00 horas— nadie los volvió a ver con vida.
Información proporcionada por algunos de sus amigos a los agentes de la Fiscalía General de Justicia (FGJ-CDMX) que llevan el caso, detalla que ese día Héctor le pidió a Alan Yair que lo acompañara a ver a su novia con quien supuestamente tenía planeado asistir a unos arrancones en moto, pero todo fue mentira, pues en realidad “el paseo” era para torturarlos, asesinarlos y luego descuartizarlos.
Cámaras del C5 del Gobierno capitalino captaron el 28 de octubre cómo los dos menores se subieron con el tripulante de una motocicleta que pasó por ellos, aparentemente lo conocían porque no pusieron resistencia y se saludaron.
La última imagen que se tiene de Héctor y Alan Yair es cuando ingresan a una vecindad marcada con el número 49 de la calle República de Chile, según las autoridades, ahí posiblemente los asesinaron y descuartizaron.
Las autoridades han planteado tres líneas de investigación. La primera, que las víctimas quedaron en medio de una batalla que libran La Unión Tepito y La Anti-Unión por las calles del Centro, pues en el barrio se sabía que los niños vendían drogas al menudeo. La segunda, una supuesta disputa amorosa, ya que Héctor cortejaba a una jovencita, al igual que otro adolescente de 14 años, quien también se dedicaba a vender drogas.
La tercera está relacionada con la actividad laboral de la mamá de Héctor, quien trabaja en el área de Derechos Humanos de la alcaldía Cuauhtémoc.
La tarde de ayer, los restos de Héctor y Alan Yair fueron velados en una vecindad de la calle Pensador Mexicano. La familia de ambos —aunque pidieron comprensión a los medios— explicaron que son pobres, que eran ambulantes y que “no sabían exactamente qué había sucedido con sus hijos”.
Héctor y Alan Yair eran conocidos por “chambeadores”. Igual los veían ayudando a sus padres vendiendo dulces, que acompañando a otros jóvenes que presuntamente se dedicaban a la venta de drogas.
La FGJ-CDMX investiga a por lo menos otras seis personas que participaron en el plagio y homicidio de los niños. No descartan incluso que en una vecindad de la zona Centro, relacionada con La Unión Tepito, los hayan asesinado.
El vocero de la fiscalía, Ulises Lara, confirmó que peritos establecieron que los restos trasladados por un sujeto en un diablito correspondían a los adolescentes. Precisó que la persona detenida en República de Chile fue presentada ante un juez.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, dijo que el homicidio de los adolescentes está aparentemente relacionado con narcomenudeo.
***Con información de Eduardo Hernández