Investigadores detectaron que desde el 5 de abril la palma que caracterizó durante más de 100 años a la glorieta del mismo nombre, en Paseo de Reforma, presentaba un hongo que había terminado con su actividad biológica, y precisaron que podría haber un riesgo de contagio mixto o individual en otras, pero esto se deberá determinar con el cierre del estudio que realizan para la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México.
Fijaron como medida inmediata que las podas que se hagan en palmas —por parte de trabajadores—, se realicen con herramientas desinfectadas, pues puede ser uno de los factores externos que traslade dicho hongo.
“Podemos tener infecciones individuales o mixtas, y ese es el principal riesgo, que haya infecciones mixtas, y en el proceso de establecer las estrategias de manejo, se debe de tomar en cuenta para evitar el contagio; se tienen indicaciones que no se poden las palmas a partir de ahora para evitar esta proliferación”, comentó el investigador Fredy Ortiz, del Colegio de Postgraduados campus Tabasco.
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“En caso de que se realicen podas, se tiene que poner un desinfectante para matar el hongo en las herramientas”, indicó.
El muestreo, precisó, “que se hizo en la palma fue el 5 de abril, o sea es muy reciente (…) el crecimiento de los hongos sobre tejido vegetal es muy rápido y ya estaba ahí presente, se pudo detectar”, dijo a EL UNIVERSAL.
Añadió que la poda sin herramienta desinfectada, la sequía, la interacción de microorganismos como palmas de escarabajos o las conocidas como “mosquitas blancas” pudieron haber sido algunos factores que atacaron a la palma para debilitarla.
Dicho hongo rosado tiene capacidad de matar a las palmas cuando son infectadas inicialmente en la base de las hojas y posteriormente ingresando al cogollo, lo que comienza a pudrirla hasta la muerte.
Para el investigador, como para su colega Héctor Benavides, representante del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias, las causas de la enfermedad es que la palma estaba susceptible, de género el patógeno (hongos) y las condiciones ambientales no ayudaron a que sanara.
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Ambos trabajan en el estudio que entregarán a la Secretaría del Medio Ambiente, y aseguran que el hongo se generó naturalmente y no por una corresponsabilidad de las autoridades.
Benavides dijo que las plantas en la Ciudad se ven sujetas a una demanda excesiva de agua por el ambiente seco; ellas deben dar agua a cambio de recibir dióxido de carbono para la fotosíntesis.
Al no recibirla, las palmas no pueden cerrar sus estomas o aperturas que realizan naturalmente para que ingrese el dióxido de carbono. Los factores externos pueden influir a bloquearlas. Aunado a esto, las lluvias esporádicas generan una humedad excesiva que influye para la generación de hongos.
En conferencia, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, rechazó falta de atención.
Con información de Laura Arana