“Este mural va a unir al Estado con la Ciudad de México”, así describe Héctor Prisciliano su mayor proyecto a la fecha: el mural de la estación Indios Verdes de la Línea 2 del Mexicable, el teleférico que dará servicio como transporte público a quienes habitan en el límite del estado con la capital del país.
Temprano a las siete de la mañana, Héctor sale de casa en la alcaldía Iztapalapa y se dirige al norte de la Ciudad, donde ya lo espera el lienzo de siete por 10 metros al interior de la estación aún en construcción.
Con colores vívidos, juegos de luces y elementos de la cultura e historia, el artista urbano busca reflejar en sus murales las personalidades, oficios y rostros de quienes a diario usan el transporte público, así como la identidad de la región.
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“Me enfoqué en los personajes del día a día del transporte público : desde el rapero, el vendedor de dulces, la chica friki hasta el trabajador con su mochila de Batman que le pide prestada a su morrito”, comentó.
Héctor Prisciliano también busca crear un “puente cultural ” entre el Estado de México y la Ciudad, igual que el proyecto de la Línea 2 del Mexicable que, con sus 8.4 kilómetros de extensión y siete estaciones, unirá a ambas entidades desde los municipios mexiquenses de Ecatepec y Tlalnepantla hasta Indios Verdes, en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Las altas columnas que sostienen los cables del teleférico se encuentran ya pintadas en las estaciones ubicadas en el pueblo de Santa Isabel Tola .
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En la primera, yacen varios personajes del Códice Mendoza (que narra la fundación de México-Tenochtitlan y la vida cotidiana de los mexicas).
En otras de las estructuras, Héctor reflejó la historia y orígenes del pueblo, incluyendo a sus primeros pobladores trabajando la tierra con los acueductos como paisaje, así como la imagen de la Virgen de Guadalupe.
A pesar de la complejidad y dimensiones de sus murales, parece que el arte de Héctor se encuentra escondido entre callejones a las faldas de la Sierra de Guadalupe.
A pesar de esto, a Prisciliano le complace que los vecinos de la zona protejan su trabajo.
“Hay varios adultos mayores que ven el mural y me dicen: ‘¡Wow!, esto me recuerda a cuando todo era campo (...)’. Yo ya no estoy allí para cuidar mi trabajo y es padre regresar tiempo después y ver que lo han cuidado, porque al final del día ya es de ellos”, expresó.
Recuperación del espacio público
El Mexicable, aseguró Alberto Quiroz Malagón , director de Supervisión y Control en el Sistema de Transporte Masivo y Teleférico del Estado de México, no sólo mejora la movilidad de las personas, sino que también, en el caso de la Línea 1, se ha convertido en la obra social que ha cambiado la vida de, por lo menos, 26 mil personas que habitan en los alrededores de esta línea del Mexicable que corre por Ecatepec.
A lo largo de 5 kilómetros que recorren los 15 mil usuarios diariamente, se pueden observar las obras de 43 artistas seleccionados a través del programa de recuperación de espacios públicos La Calle es Tuya: una serie de murales en techos y paredes de Ecatepec que fueron creados por artistas urbanos, 20 de ellos de dicho municipio.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Quiroz Malagón detalló que también participaron artistas de la Ciudad de México, Morelos, Oaxaca, Baja California, Quintana Roo y de países como Australia, Brasil y Estados Unidos. Todos seleccionados a través de una convocatoria para mejorar la imagen urbana.
La zona, señaló, es compleja, difícil por la condición socioeconómica del lugar, de modo que esta intervención —impulsada por la iniciativa privada, el concesionario del Teleférico y el gobierno del Estado de México— genera una mejora visual que da vida al entorno.
“En los murales, y con esto estamos sumamente felices, la gente se ha apropiado del sistema y fue un trabajo conjunto porque, dependiendo del tema o del trabajo, como seleccionamos la infraestructura, es decir, si era el rostro de un elefante que representaba un alto impacto visual fue en una estación donde fuera atractivo”, comentó.
El director de Supervisión y Control en el Sistema de Transporte destacó que los murales han sido arropados por los ciudadanos como si se tratara de algo propio, de algo que ellos han trabajado para alcanzar una mejor calidad de vida.
“Es muy curioso el comportamiento de la población en esta zona con las obras, porque la gente las quiere, las observa y cuida, además el propio Mexicable está limpio, no tiran basura, es seguro, no hay asaltos a bordo de las cabinas”, añadió.
Es así que al menos 50 fachadas de la zona cuentan con una intervención artística que desde las alturas pueden ver: una niña observa mientras aprieta sus rodillas o una mujer que nada atravesando el edificio.
A la par, esta obra de movilidad ha logrado otros beneficios sociales, por ejemplo, la instalación de un cine en la estación de Tablas del Pozo, una zona en la que su población no podía acceder a este tipo de entretenimiento, el costo de traslado era insostenible y ahora todo cambió.
Una colorida huella
Mientras que los usuarios de la Línea 1 del Mexicable disfrutan ya desde las alturas de los murales, en las columnas de la Línea 2 —prevista para inaugurarse este mes de marzo— lucen coloridas y radiantes las creaciones de Héctor Prisciliano.
Él nació en una familia dedicada a la venta de pollo, pero siempre supo que su destino era el arte. A lo largo de su carrera como muralista ha dejado más de 120 obras repartidas en distintos puntos de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Y asegura que, una vez terminado su lienzo en la estación Indios Verdes, seguirá persiguiendo su pasión: dejar una colorida huella en la Ciudad.
“El hacer arte es acercarse a uno mismo, entonces el hecho de ganar una mirada entre mil personas que pasen al lado de mi mural, para mí ya es ganancia”, concluyó.
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