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metropoli@eluniversal.com.mx
Uno de los 18 lesionados tras el choque provocado por un conductor de un camión de refrescos en la carretera Topilejo-Xochimilco, murió ayer por la tarde en el hospital General de Xoco, en Coyoacán.
Alexis García de 23 años, fue diagnosticado con traumatismo craneo-encefálico severo y, tras dos días de permanecer en estado grave, falleció a las 13:00 horas del lunes.
Además, hay una mujer que se encuentra en estado crítico y otras tres personas en estado delicado.
A esos casos se acumulan los de las víctimas que fueron dadas de alta del hospital y tienen cuentas de miles de pesos que no saben cómo van a subsanar.
Aún con heridas en el cráneo y en los brazos, Francisco Javier Guerrero cuenta que su esposa Leticia e hija Valeria de tres años, siguen internadas y que la deuda del hospital de la Cruz Roja asciende a 100 mil pesos, dinero que no tiene.
“A mí mis lesiones no me importan tanto, mi esposa sufrió fractura de pelvis, está con transfusión de sangre, delicada; mi hija está fracturada de su brazo y de sus piernitas. A mí lo único que me importa es saber quién se va a hacer responsable más adelante en terapia, en medicamentos o si sufren algún padecimiento, si no quedan bien”.
Francisco relató que el domingo por la tarde fue dado de alta del Hos pital La Villa y sin pasar a casa por ropa limpia o bañarse, se dirigió directamente al Ministerio Público para rendir su declaración sobre lo que recordaba del choque.
“Yo me dirigía a mi casa después de trabajar, salí con mi esposa y mi hija. Abordamos la vagoneta y a la altura de Montesur, la vagoneta se paró, no sé si por algún tope o hizo una parada.
“Entre los pasajeros alguien le gritó: ‘muévete que ahí viene el camión’… yo pensé que era su competencia o alguien de la ruta, pero cuando giré hacia atrás vi que ya teníamos el camión encima de nosotros y lo único que alcancé a hacer fue abrazar a mi hija y a mi esposa. De ahí no recuerdo hasta después que vi a mi hija sobre la banqueta y a mi esposa tirada”, cuenta.
A su esposa la llevaron en helicóptero a la Cruz Roja, donde primero la operaron de la pelvis y se mantuvo inconsciente luego de la intervención. A su hija la llevaron al Pediátrico de Legaria, donde está en observación por sus fracturas.
Sobre las causas del accidente, el afectado dice que “el del camión de refrescos venía como echando carreritas con él solo”.
Así también lo experimentó Raúl González, el automovilista de un Jetta azul que resultó también afectado por el camión de refrescos.
“Yo venía de bajada cuando pasé un tope y me asomé al retrovisor y vi el camión que venía muy rápido. Ya no pude hacerme a un lado porque me impactó y di vueltas, no sé cuántas. Mi carro se paró y me ayudaron a salir para auxiliarme. Esperé a las ambulancias y me atendieron al último porque no estaba tan herido, luego me trasladaron a la Cruz Roja de Polanco, donde me dieron de alta, y me mandaron al Ministerio Público”, relata.
En el MP lo detuvieron, le colocaron las esposas y lo mantuvieron en una celda hasta el domingo a las 10:00 de la noche, cuando lo dejaron libre porque se demostró que no tuvo responsabilidad en el accidente.
Sin embargo, se suma a los afectados no solo físicamente sino materialmente, pues el automóvil donde viajaba fue pérdida total, sin que ahora la autoridad dicte quién debe cubrir los daños.