“Me estoy haciendo 2 horas de trayecto”

Pedro Flores llegó a la estación Tláhuac enfundado en un traje negro, con el objetivo de no llegar retrasado a su trabajo debido a que no hay servicio en la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y debe subirse a una unidad de la red emergente que habilitó el Gobierno de la Ciudad de México.

El cubrebocas le tapaba la mitad del rostro y aun así se le podía mirar atento a las unidades de RTP que se pusieron en marcha luego del colapso de una trabe en la estación Olivos y el cual dejó como saldo 26 muertos y 70 lesionados.

Para la revisión de la estructura se suspendió el servicio.

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La mañana del viernes descendió de una combi que lo llevó hasta dicho paradero en donde las personas no se amontonaron para abordar los camiones, como sucede en otros tramos del servicio emergente que recorre las estaciones de la línea sin servicio.

Pedro Flores, quien se dirigía a la oficina donde trabaja, preguntó a otro usuario cuáles eran las unidades de RTP que hacen el recorrido por todas las estaciones inoperantes.

“De trayecto me estoy haciendo prácticamente dos horas, voy hasta el Metro Tasqueña. Antes me hacía escasos 30 minutos con el trasbordo en la estación Ermita, que conecta con la Línea 2 del Metro.

“Obviamente en mi trabajo saben de la situación que se vive aquí y nos están dando todas la facilidades”, comentó Pedro apurado mientras caminaba en la fila que lo llevaría hasta el interior de la unidad verde con dirección a Mixcoac.

Sus palabras fueron escasas pues no quería llegar retrasado, “ya voy a abordar”. Como él, son 220 mil usuarios que padecen que las 20 estaciones de la Línea Dorada no operen.

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“Es un caos, estoy desconcertada”

La señora Patricia Álvarez trabaja con un contador cerca de la estación Constitución de 1917. Estaba un poco confundida en la terminal de Tláhuac de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.

A pesar de que no estaban las largas filas de personas para abordar el servicio emergente, ella revisaba cada una de las unidades de RTP para saber cuál era su destino y no equivocarse al momento de subir.

“Estoy desconcertada. Voy a trabajar, híjole, voy a hacer una hora, hora y media. Ya de antemano me dijeron que me anticipara por el cierre [de la Línea 12], y sí, es un caos”, comentó.

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Mientras contaba las peripecias que debe pasar tras la suspensión del servicio de la Línea Dorada, por el colapso de una trabe y la caída de dos vagones que provocó la muerte de 26 personas, Patricia no dejaba de observar los camiones que circulaban. Su rostro, a temprana hora de la mañana del viernes, mostraba signos de estrés por no saber qué ruta agarraría del servicio emergente. 

“Realmente el Metro era una bendición porque nos hacíamos menos, o sea, si en nuestros trayectos nos hacíamos una hora, con esto, van a ser tres horas”, calculó la señora.

Comentó que ante la incertidumbre que genera el no saber cuándo se normalizará el servicio, se seguirá previniendo para que no se compliquen sus tiempos de traslado.

Para atender a los usuarios de la Línea 12 del Metro, la Secretaría de Movilidad capitalina reportó que se han desplegado 490 vehículos de transporte concesionado, RTP, Servicio de Transportes Eléctricos, Capital Bus y unidades provenientes del Estado de México. Todas cobran 5 pesos.