La diputada local de Morena, Isabela Rosales Herrera, presentó una iniciativa para agregar entre las causales de delitos sexuales , que contempla el Código Penal local, la utilización de sustancias que alteran el estado de conciencia de la víctima.
Explicó en su propuesta que la Ciudad de México está entre los 10 estados que registran mayor cantidad de agresiones de tipo sexual, perpetradas contra las mujeres y entre las prácticas más recurrentes para consumar el delito está el uso de sustancias tóxicas.
Precisó que entre las drogas de uso frecuente para este fin, destacan: Benzodiazepinas, Ácido Gamma Hidroxibutirato, (Éxtasis), Carisoprodol o la MDMA o Droga del Amor , así como una infinidad de sustancias con efectos semejantes que suelen eliminarse rápidamente del organismo.
Además, destacó Rosales Herrera, son sustancias que pueden conseguirse fácilmente con una receta médica en cualquier farmacia, a través del internet o, incluso, fabricarse en casa.
Lo grave de todas estas drogas, sostuvo la legisladora morenista, es que suelen dejar secuelas psicológicas como físicas e, incluso, provocar la muerte en la víctima.
Refirió que según la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (ADIVAC) en la Ciudad de México, más de 300 mujeres son violadas al año en completo estado de narcosis, cifra que incrementa de manera alarmante cada año.
De igual forma, dijo la representante popular, la ONU sostiene que América Latina y El Caribe presentan la mayor tasa del mundo de violencia sexual contra las mujeres.
Rosales Herrera agregó que según el estudio “Violencia sexual contra las mujeres y consumo de drogas”, del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), muy pocos casos de violación son denunciados ante las autoridades de procuración de justicia.
Aunado a que el acceso de las mujeres, se ve obstaculizado por patrones socioculturales discriminatorios que permean el sistema de justicia, por ejemplo, si la mujer accedió a consumir alcohol o drogas voluntariamente antes de la agresión sexual.
Por ello, lamentó que en el caso de violaciones con el uso de drogas, la mayoría de estas sustancias son imposibles de detectar mediante análisis toxicológicos convencionales y tampoco son factor a tomar en cuenta cuando se trata de cubrir protocolos de atención a víctimas de violencia sexual.
“Todo ello dificulta la defensa de las víctimas. Su efecto de pérdida de la memoria y estado de confusión, complican la posibilidad de que las mujeres denuncien lo ocurrido, en virtud de su incapacidad para narrarlo”, destacó la morenista.
Advirtió que el uso de estas sustancias se hace con premeditación, con el fin de someter a sus víctimas, a través de sustancias químicas para manipular su voluntad, por lo que la atención de las autoridades para sancionar el delito, debe ser equiparable al nivel de peligro al que se expone a la víctima.
Por ello, enfatizó la legisladora, es que propone agregarlo a los supuestos que contempla la norma para castigos por casos de violación.
La iniciativa con proyecto de decreto por la que se modifica el artículo 178 del Código Penal capitalino, en materia de delitos sexuales facilitados por sustancias que alteran el estado de conciencia, fue enviada fue enviada para su análisis a la Comisión de Administración y Procuración de Justicia.
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