Para 2025, la estrategia de seguridad en la capital del país contempla el aumento de cuadrantes y la presencia de uniformados a través de estaciones y módulos de la policía de la Ciudad de México.
En total existían 77 estaciones de policía en bajopuentes, construidos durante la administración de Miguel Ángel Mancera y desaparecidos en la gestión de Claudia Sheinbaum; sin embargo, el actual gobierno trabaja en un proyecto en el que los policías tengan mayor acercamiento con los capitalinos, a través de dichas estaciones.
“Los módulos de seguridad pasarán a ser una parte fundamental en el despliegue de la secretaría en el territorio”, aseguró el secretario de Seguridad Ciudadana (SSC), Pablo Vázquez, en entrevista con EL UNIVERSAL el pasado 18 de diciembre. “Sólo decirles que el módulo de seguridad volverá a ser fundamental para nuestra estrategia de despliegue”, declaró entonces.
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Sin embargo, en diversos recorridos realizados por este diario se constató que la infraestructura de las estaciones de la policía pasaron de tener elementos de la Policía Auxiliar o Preventiva para labores de seguridad, a ser oficinas administrativas, cuarteles para agrupar a la Policía Bancaria e Industrial (PBI) y otros se convirtieron en Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (Pilares).
En abandono
EL UNIVERSAL obtuvo vía transparencia la ubicación de 47 módulos de seguridad de la policía capitalina, los cuales se encuentran en diferentes alcaldías y se halló que en algunos casos están olvidados y sin operación.
En los recorridos se observó que estos espacios acumulan basura y otros objetos no cuentan con pintura ni señalamientos en referencia a la policía capitalina.
Estos módulos consisten en casetas construidas en vialidades y ejes viales, los cuales fungían como estrategia de seguridad para mantener la presencia mínima de un elemento policial, cosa que actualmente no ocurre.
Fuentes de la Policía Auxiliar consultadas refirieron que por lo menos en la alcaldía Cuauhtémoc las autoridades de aquella demarcación tienen la propuesta de rehabilitar los 13 módulos, para que los elementos policiales puedan realizar base o bien utilizarlas para descanso y presencia durante sus recorridos.
De las 30 estaciones de la policía que pasaron a ser Pilares, tuvieron que ser modificadas para colocar computadoras y habilitar los espacios para los diferentes servicios que se ofrecen.
Cuestionan estrategia
Capitalinos consultados señalaron que las estaciones de la policía que se encontraban en los bajopuentes no servían para evitar la comisión de los delitos, a pesar de haber presencia de policías, pero que era mejor que estuvieran en operación que los Pilares.
En la estación, ahora unidad de Pilares que se ubicaba en avenida Santa Ana y Eje 3, justo a un costado de la estación del Metrobús Esime Culhuacán, sólo se observó al personal y un elemento policial encargado de resguardar el inmueble.
Lo mismo ocurrió en la estación que se ubicaba en Escuadrón 201, en donde uno de los vecinos de la zona señaló que le parecía que la estrategia estaba rebasada.
Armando Barreto, habitante de la zona, dijo que aun “estando las estaciones de policía, la seguridad no mejora”.
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“En el caso de los Pilares, la afluencia es poca, ves pocas personas, poca difusión y están casi casi abandonados. Entonces, cualquiera de las dos opciones (que el lugar vuelva a ser ocupado por un módulo de policías) es complicada, yo preferiría que hubiera policía”, dijo.
Sobre Ermita Iztapalapa, en donde se encuentra otra estación policial convertida en Pilares, el señor Alejandro Valle comentó que “yo creo que es mejor que regrese la policía, porque hay mucha delincuencia”.
El señor Alejandro, quien trabaja en un local sobre esta vialidad y frente a lo que fue la estación de policía, expresó que lo que más se comete en la zona son los robos a transeúntes.
Este delito, subrayó, es cometido contra estudiantes de la Unitec, quienes forzosamente pasan por Ermita Iztapalapa para llegar al Eje 3, aquí es una de las zonas en donde los delincuentes suelen meterse entre las calles para poder escapar.
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Oficinas
Durante los recorridos realizados por esta casa editorial se constató también que algunos de los espacios son ocupados como oficinas administrativas para la policía capitalina, como es el caso del ubicado en el cruce de la avenida Alfredo Robles Domínguez, en la colonia Guadalupe Insurgentes, en donde la estación se convirtió en oficina administrativa para la PBI.
En ese lugar, una comerciante coincidió en que aun con presencia policial continuaban registrándose delitos; además, refirió que de nada sirve que estén los efectivos en los bajopuentes o en nuevos módulos si no se van a adentrar a las calles de las diferentes colonias.
En Tlatelolco, uno de las estaciones que fungía como seguridad para los vecinos de esta unidad habitacional se convirtió en cuartel y según los elementos que se encontraban en ella, los mandos agrupan a los efectivos de la PBI para desde ahí ser trasladados a eventos o recintos. Indicaron que no realizan patrullajes como lo hacía la Policía Auxiliar o Preventiva.
Otra de las estaciones visitadas por EL UNIVERSAL fue la ubicada afuera del Metro San Antonio, que se encuentra sin ninguna actividad policial, y es común ver vehículos estacionados afuera de la misma.
Se solicitó a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) una entrevista al respecto de la operación de módulos y estaciones, a lo que refirieron que continúan con el trabajo del nuevo proyecto de presencia policial.