Podríamos estar caminando o viviendo sobre ellas sin darnos cuenta. En la Ciudad de México existen 253 minas localizadas principalmente en las alcaldías Álvaro Obregón, Iztapalapa y Cuajimalpa.
También las hay en Azcapotzalco, Coyoacán, Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo, Tláhuac, Tlalpan, Venustiano Carranza y Xochimilco, es decir, en 12 alcaldías, pero algunas ignoran su presencia.
De acuerdo con el Atlas de Riesgo de la Ciudad de México y el Inegi, se tienen identificadas 253 minas: 76 en Álvaro Obregón, 52 en Iztapalapa y 34 en Cuajimalpa. El resto están distribuidas en las nueve alcaldías referidas.
Al consultar vía transparencia a las demarcaciones sobre el número de minas en su territorio y las acciones que realizan para mitigar los riesgos a la población, sólo dos contestaron. La alcaldía Álvaro Obregón precisó que rellena las minas que ha detectado durante la presente administración —únicamente cuatro—, ya que al hacerlo se evitan los hundimientos.
Miguel Hidalgo informó que, si bien no realiza identificaciones de minas ni cuenta con datos sobre cuántos metros representan, la Dirección Ejecutiva de Protección Civil y Resiliencia ubica los hundimientos y/o riesgos de las minas y posteriormente solicita a la Dirección General de Obras que realicen trabajos de relleno de éstas.
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El resto de las demarcaciones indicaron, en general, que no tenían información sobre la existencia de minas en sus territorios.
“Después del análisis hecho por esta unidad de transparencia a su solicitud, le informo que, en apego al Manual administrativo de funciones de la Alcaldía Venustiano Carranza, no existe unidad administrativa que, entre sus facultades y atribuciones, se encuentre la de llevar un registro, estudio, análisis, estadística o proyecto que considere la información que usted solicita [número de minas y acciones para mitigar riesgos]”, respondió, por ejemplo, Venustiano Carranza.
Ante esto, el presidente de la Comisión de Protección Civil del Congreso local, el panista Héctor Barrera, llamó a las alcaldías a revisar sus Atlas de Riesgos, con la finalidad de conocer la evolución y el estado de las minas que tienen para trabajar en esquemas de seguridad que permitan mitigar los peligros.
“Nos parece muy preocupante este tema. Hay más de 250 minas que silenciosamente están por debajo de la Ciudad, pero nadie conoce sus riesgos”, expuso.
Se sienten seguros
En la alcaldía Miguel Hidalgo las autoridades capitalinas construyeron a lado de una mina la Ciudad del Bienestar.
A decir del alcalde Mauricio Tabe, para la mayoría de las personas esta construcción es insegura, pero para el Gobierno de la Ciudad, no.
“Son unos edificios que construyó Claudia Sheinbaum sobre cuevas profundas, que para la mayoría de la población representaba riesgo, pero para el Gobierno de la Ciudad era tan segura como la Línea 12 del Metro. Están haciendo estudios, pero no los conocemos. Tengo la impresión de que están politizando el tema y entonces ya no quieren mostrar nada”, comentó.
En este sentido, señaló que el jefe del Gobierno capitalino, Martí Batres, debe contestar a la pregunta de si estos edificios representan algún riesgo para los vecinos.
“No quiero sonar alarmista, pero quien tiene que contestar puntualmente a esto, de si tienen riesgo o no, es el jefe del Gobierno”.
Juan Guerrero vive frente a la entrada de la mina ubicada en la Unidad Ciudad del Bienestar Tacubaya sur y afirma no sentir miedo.
“La verdad no tengo temor, ya ves que han pasado temblores de tres años para acá y dicen que se han estado cuarteando los departamentos, eso es pura mentira. Yo estoy aquí enfrente, ya taparon la mina que estaba aquí. Según va a venir Prosoc para bardear esto [la entrada de la mina] y terminar de rellenar la mina, que ese es el problema que tenemos, nada más… No tengo ningún miedo, estos edificios están nuevos”, asegura.
Diego Nava, administrador de la unidad habitacional asegura que 95% de los vecinos se sienten seguros viviendo ahí, y lamentó que la alcaldía no haya cumplido con su palabra de rellenar por completo la mina, pues “Mauricio Tabe sólo fue a tomarse la foto”, dijo.
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“El alcalde vino, se tomó la foto, trajo a los medios y posteriormente nos citó en la alcaldía para una mesa de trabajo. En dicha mesa de trabajo él se comprometió y dijo que para septiembre u octubre de 2022 la mina iba a estar rellenada (…) Mencionó que una empresa de reciclaje ya le había donado el material para dicho relleno; sin embrago, pues hasta el día de hoy no lo ha llevado acabo”, indicó.
El administrador subrayó que las autoridades capitalinas les han explicado la situación, además de que cuenta con los estudios de seguridad y Protección Civil y ellos mismos vieron cómo se fueron construyendo los departamentos.
Como respuesta, la alcaldía Miguel Hidalgo precisó que es el Gobierno capitalino el que debe rellenar la mina, pues fue también el que edificó el conjunto habitacional. De igual forma, dijo desconocer los estudios de georreferenciación anunciados por Protección Civil de la Ciudad de México.
“Actualmente desconocemos los resultados de la intervención de la Secretaría del Obras dentro del conjunto habitacional. Es importante señalar que sin elementos técnicos suficientes [estudios], ninguna autoridad puede rellenar una mina. Hacerlo así sería irresponsable”, explicó.
Colonias se construyeron sobre minas
Sergio Padilla Galicia, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), escribió un artículo sobre urbanismo informal donde señala que algunas colonias como Jalalpa, en Álvaro Obregón, y otras más del Estado de México se edificaron sobre minas.
“Muchas de estas colonias surgieron como fraccionamientos privados, sin obras de urbanización previa e infraestructura urbana y en terrenos no aptos para la urbanización. Se localizan en colinas con fuertes pendientes, en terrenos que tradicionalmente habían sido explotados como minas de material para la construcción, o bien, áreas planas sujetas a inundaciones por las lluvias de temporal debido su origen lacustre”, señala su estudio.
Los promotores de la urbanización informal, añade, con frecuencia son comerciantes profesionales de suelo, llamados también fraccionadores. Con este proceso se han comercializado masivamente —mediante la subdivisión en forma de lotes individuales— zonas de origen lacustre y laderas de cerros, áreas agrícolas, de bosque e incluso antiguas minas de extracción de materiales de construcción.
Se buscó a la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México para una postura sobre el tema; hasta el momento no se ha obtenido respuesta.