Millones de personas participaron este lunes en un macrosimulcro que se realizó de manera simultánea a nivel nacional, cuando todavía perduran los recuerdos del último gran sismo que vivió el país el 19 de septiembre de 2017 , en el que murieron 369 personas, 228 en la Ciudad de México.

"Yo viví el (sismo) de 1985 y el de 2017; y estuve en un edificio colapsado, he vivido en carne propia, ojalá que hagan conciencia las personas del riesgo que puede pasar", dijo este lunes a Efe Daniel Juárez, un oficinista que en punto de las 11:00 hora local abandonó el edificio donde trabaja en el centro de la capital mexicana.

Este evento, de acuerdo con autoridades de Protección Civil, busca reforzar la cultura de la prevención y recordar los pasos que se deben seguir antes, durante y después de un siniestro, con la finalidad de que las personas sepan qué hacer y se pueda salvar el mayor número de vidas en caso de algún otro terremoto.

Ángel Galindo, otro trabajador de una oficina del centro de la Ciudad de México, consideró que "es súper importante que haya este tipo de simulacros, porque estamos propensos a sufrir este tipo de siniestros".

Ambos ciudadanos indicaron que desde el terremoto de magnitud 7.1 registrado el 19 de septiembre de 2017 en México, que dejó centenares de muertos, la gente ha hecho más conciencia de tomar en serio este tipo de situaciones.

"Desde 2017 la gente lo toma más en serio, se me hace una buena medida", dijo Galindo.

Mientras que Daniel Juárez aseguró que aunque antes no se tomaban en serio y la gente no salía de los lugares donde estaban, "esta es una medida que ayuda a cuidar la integridad y evitar catástrofes.

El macrosimulacro, primero de los tres que se realizarán México este año, ejerció de recordatorio del alto potencial de pérdidas que conllevan estos fenómenos en zonas urbanas.

La jornada de este lunes quiso hacer énfasis en que cada ciudadano debe tener un plan de emergencia y conozca qué hacer cuando se presente un sismo de consideración.

En el simulacro, en el que participaron escuelas, oficinas gubernamentales, negocios, asociaciones civiles y hospitales, entre otros, recordó la encomienda del "no corro, no grito, no empujo".

Macrosimulacro a nivel nacional

David León Romero, coordinador nacional de Protección Civil, aseguró que en este primer macrosimulacro del año participarían los 32 estados del país, aunque no todos simularían un sismo, sino alguna emergencia que pudiera ocurrir en sus territorios.

Dijo que en el Comité Nacional de Emergencias se hizo un protocolo de protección civil, así como en la mayoría de las dependencias de gobierno, y cada una dará sus reportes para realizar un ejercicio hipotético de emergencias y saber cuáles son las áreas de oportunidad.

En tanto, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, aseguró en una rueda de prensa que en la capital mexicana participaron 8 millones de personas en el ejercicio, mientras que 2 % de los altavoces que anuncian la alerta sísmica no funcionaron.

Apuntó que se debe trabajar en eso y en mejorar la información y educación que se le da a la población, ya que 9 personas fueron atendidas por personal de protección civil por crisis nerviosas, mientras que 3 fueron atendidas por caídas o resbalones.

Nuevos retos de sismicidad en México

Simulacro nacional de sismo, el primero de tres en 2020

Entre espectaculares ejercicios de rescate y masivos desalojos en edificios públicos y privados, millones de personas participaron este lunes en un simulacro nacional para preparar a la población en caso de presentarse un terremoto en México, un país con alta actividad sísmica.

En una torre de oficinas, rescatistas ensayaron desalojar heridos colgando con cuerdas y maniobrando entre ventanas, mientras que en edificios de gobierno, como el Palacio Nacional y la Suprema Corte, altos funcionarios abandonaron sus oficinas y se ubicaron en zonas consideradas seguras.

"Cada día la gente se concientiza más, sobre todo porque estamos en un lugar muy sísmico, entonces la gente lo toma más a conciencia", dijo a la AFP Marco Antonio Velásquez, trabajador de la fiscalía general mexicana que hacía labores de protección civil durante el ejercicio.

"Este simulacro (a diferencia de otros) es mucho más real", añadió el hombre de 58 años.

A las 11:00 horas sonó la "alerta sísmica", cuyo temido y persistente sonido se activa al detectar un movimiento mayor a 6.,0 grados, dando a la población, en especial a los habitantes de la capital, hasta un minuto para ponerse a salvo antes de que el remezón alcance al centro del país.

En el céntrico Paseo de la Reforma, donde se erigen rascacielos de hoteles, centros comerciales y oficinas, miles salieron a las calles, en su mayoría empleados que formaron filas en zonas seguras, escoltados por brigadistas, conforme a los protocolos de emergencia.

María del Carmen Bautista, una empleada de 55 años, representó estar herida en la cabeza y fue atendida por elementos de protección civil.

"La idea es representar que se me cayó un plafón en la cabeza en mi lugar de trabajo", explicó Bautista, con la cabeza vendada, usando un collarín y una camisa con pintura roja simulando sangre.

El simulacro fue el primero de tres que se harán en 2020, según el plan coordinado por la secretaría de Seguridad y el sistema de Protección Civil.

Burócratas gubernamentales y privados, estudiantes y la población en general son llamados a desalojar los inmuebles de manera ordenada.

La mayoría de sismos en México se originan en la costa del Pacífico, a más de 300 km del centro, como el del 19 de septiembre de 1985, de 8,1 grados, que dejó más de 10 mil muertos en la capital, cuando no se contaba con la alerta sísmica.

En 2017, también el 19 de septiembre, el centro de México fue sacudido por un sismo de 7.1, con un saldo de 369 muertos. La alerta sonó casi a la par del terremoto porque se registró a menos de 120 km de Ciudad de México.

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