Ciudad Juárez.— Cientos de migrantes llegan de nueva cuenta hasta esta frontera con la intención de cruzar a Estados Unidos, ante el freno del Instituto Nacional de Migración (INM) a los operativos en trenes. Algunos de los extranjeros que llegan en estos días a esta frontera dicen que quieren cruzar a Estados Unidos y pasar la Navidad y Año Nuevo ya en aquel país.
Richard es un migrante de origen venezolano. La tarde de este miércoles llegó en tren a Ciudad Juárez. Al relatar su travesía a EL UNIVERSAL, dijo que ninguna autoridad detuvo a nadie de su grupo para subir a los vagones.
Junto a cientos de migrantes más, esperaba la tarde del miércoles que el tren avanzara en el punto de revisión conocido como Precos, a pocos kilómetros de la entrada a Juárez.
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Frente a ellos estaba una unidad del INM, donde había dos agentes que sólo los observaron y los dejaron seguir su camino.
“Tenemos tres meses en el camino para llegar a la frontera. Pasamos Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras hasta llegar a México. Nadie nos detuvo, en Torreón nos ayudaron a montarnos (al tren) los de migración”, comentó el migrante venezolano, quien bajó del tren para pedir dinero y comida a los automovilistas que esperaban en la fila en el punto de revisión.
Toda esta semana se ha visto movimiento de migrantes que buscan entregarse y solicitar asilo a la Patrulla Fronteriza. Al llegar a Juárez caminan de nueva cuenta hasta la puerta 36 del muro.
En los recorridos realizados por EL UNIVERSAL se logró constatar que en los grupos de familias había niños, niñas, mujeres, así como hombres que viajaban solos.
Cientos de ellos de países de Centroamérica e, incluso, de África, ayer se entregaron a agentes de la Patrulla Fronteriza en la puerta 36.
La mayoría llegaron la tarde del miércoles, otros más la madrugada y mañana del jueves.
Pese a las bajas temperaturas en Ciudad Juárez y que el río Bravo lleva caudal de agua en esta época, los migrantes cruzan igual.
Algunos se paran a la orilla del río, se quitan los zapatos y dejan sus pertenencias para cruzar.
Al llegar del lado estadounidense esperan que los agentes de la Guardia Nacional de Texas les abran las puertas y puedan entrar para solicitar asilo político.
Por la mañana y hasta el mediodía de ayer, más de 300 migrantes esperaban en ese punto ser procesados.
De momento no se tiene registrada saturación en los albergues locales ni tampoco crisis por la llegada de migrantes en los últimos días.
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