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“Es ahora o nunca”. Bajo esa consigna, Ixchel López decidió separarse de sus hijos y nietos para subir sola a la monumental rueda de la fortuna y apreciar la vista de la Ciudad de México.
Faltaban pocos minutos para las dos de la tarde; de ahí la actitud determinante de Ixchel, quien vive en la colonia América de la alcaldía Miguel Hidalgo, porque sabía que a esa hora terminaba el acceso gratuito a los juegos del Parque Urbano Aztlán, que ayer abrió sus puertas al público en el sitio que por años ocupó la Feria de Chapultepec.
Como ella, decenas de personas provenientes de diferentes alcaldías de la capital y municipios del área conurbada del Estado de México, e incluso de otras entidades, se congregaron en la entrada principal de Aztlán desde temprana hora, para ser los primeros en ingresar y aprovechar la gratuidad de los juegos mecánicos.
Norma Oliva; por ejemplo, se trasladó de Naucalpan a la Segunda Sección de Chapultepec apenas se asomó el sol, para estar en primera fila a las 7:30 de la mañana, sabiendo que la apertura del parque estaba prevista a las 11:00.
“Vine con mi hija y su novio. Llegamos temprano porque pensamos que habría mucha gente, pero está tranquilo. El problema es que se atrasaron en la inauguración y ya llevamos cuatro horas de espera”, agregó Norma.
También hubo quienes llegaron “de pura casualidad”, como Nayeli y su familia, quienes están de visita en la ciudad desde hace una semana e iban rumbo al Papalote Museo del Niño, que también se ubica en la Segunda Sección de Chapultepec.
“Somos de Cancún, y fuimos a Six Flags, pero estaba cerrado, y nuestra siguiente opción era El Papalote, entonces vimos que había mucha gente aquí, y nos pasamos para acá. La verdad valió la pena estar 15 minutos formadas en la fila porque se ve muy bonito desde allá arriba”, compartió Nayeli.
Es Aztlán 360 (nombre con el que bautizaron a la rueda de la fortuna porque permite la vista de toda la Ciudad de México) uno de los principales atractivos, junto con la Mocha y la Montaña Jurásica, donde los visitantes pueden tardar hasta media hora en subir, para disfrutar del juego por unos minutos.
Momento para recordar
La espera y el sol que caía a plomo no mermó el entusiasmo de los animosos paseantes de todas las edades, entre quienes hubo antiguos clientes de la extinta Feria de Chapultepec, y no pudieron evitar los recuerdos y las comparaciones.
“Espero que sea mejor, que no haya accidentes... que sea seguro para toda la familia y entrar confiado de que está seguro todo”, dijo Raymundo Jiménez.
“Estoy muy emocionada como cuando era niña y venía a la Feria de Chapultepec”, expresó la señora Flor, quien esperó meses para la apertura del parque.
Mientras que el señor Rodrigo reconoció: “Nos dimos la pinta de la escuela para ser de los primeros en subirnos a los juegos”.
“Se ve más limpio y ordenado, sin tantos comercios. Vamos a ver cómo se pone en fin de semana, cuando llega más gente”, mencionó Kenia, quien trabaja en las obras del parque que aún están pendientes de concluir, y aprovechó su hora de comida para dar la vuelta.
El acceso a Aztlán es gratuito, pero los costos de los juegos van desde los 35 hasta los 120 pesos. Además se ofrecen paquetes para la familia por 625 pesos e incluye todas las atracciones, una vuelta en la rueda de la fortuna y una función de cine. Para los niños está el paquete infantil con un costo de 250 pesos.