Al atender su puesto de micheladas , Francisco fue testigo del homicidio de un cliente. El vendedor decidió callar y no delatar al atacante , pero su silencio le costó los 11 balazos que lo mataron.
Hace 15 días, el comerciante atendía a un hombre que consumía cervezas en su puesto del tianguis, en la colonia Doctores.
La tarde de ese día, Francisco vio a otro sujeto matar a su cliente. Días después, recibió la llamada de un desconocido que le exigía delatar al atacante y prometió que lo mataría, si no le daba esa información. Pese a ello, el vendedor de 29 años calló lo que sabía.
La noche del pasado domingo, la amenaza se cumplió. Eran casi las 23:00 horas y Francisco ya levantaba el puesto ambulante.
Mientras guardaba su mercancía en una camioneta, una motoneta se acercó al puesto, en la esquina de las calles Doctor Barragán y Doctor Rafael Norma.
En la moto viajaban el homicida y sus dos cómplices, quienes esperaron a que el atacante disparara contra Francisco Javier, para después escapar del lugar.
Al ver al vendedor herido, los familiares lo subieron a un auto y lo trasladaron al hospital localizado a unas calles del mercado.
A su llegada, los médicos informaron que Javier ya había muerto. Ante los agentes que atendieron el caso, los familiares declararon que el fallecido tenía un ingreso a prisión por robo y era investigado por posesión de droga y el robo de un vehículo.
Francisco, o ‘El Gordo’, como lo conocían, tenía antecedentes por robo agravado, robo de vehículo y posesión de droga.
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