Las historias, memoria y vida de las mujeres asesinadas no acaban ni cuando llega la justicia, “porque ellas siguen faltando y no están aquí”, dice Renata, una joven que este martes fue parte de las miles de mujeres que en la Ciudad de México marcharon contra la violencia de género .
Renata cuenta que este martes vino a marchar por Jessica Luna , quien fue secuestrada y asesinada en septiembre de 2015 en Ecatepec , Estado de México, a manos de una banda de feminicidas encabezadas por un elemento que entonces pertenecía al Ejército.
“Jessica era mi prima política, su familia pagó el rescate por su secuestro, pero nunca la devolvieron, meses después encontraron su cuerpo”, narra.
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De acuerdo con Renata, la captura de los feminicidas se logró gracias al contacto que un familiar tenía en la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y en el proceso se describió que el grupo de agresores acumulaba por lo menos tres víctimas más .
“Yo vengo a hacer memoria de Jessi porque en su momento nadie volteó a ver el caso, no quiero que la olviden y que olviden que no está”, dice la joven.
Sobre su visión de lo que hoy enfrentan las mujeres, Renata dice que aunque la violencia de género es vigente y amenaza la vida de las mujeres, el futuro puede ser más esperanzador, pues hoy están juntas, como en esta marcha donde “todas cuidan a todas”.
apr/acmr