La presencia policiaca y patrullajes han sido reforzados en Motolinía y sus alrededores, mientras vendedores ambulantes torean a los uniformados en esa calle y sobre Tacuba, en pleno perímetro A del Centro Histórico, donde el comercio en vía pública está prohibido.
Durante un recorrido, EL UNIVERSAL observó policías a pie, algunos con armas largas, y a bordo de camionetas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que patrullaban Tacuba, 5 de Mayo, Isabel la Católica, Bolívar y, principalmente, Motolinía, a unos pasos de la estación del Metro Allende, donde el pasado jueves se registró un ataque en contra de la activista Diana Sánchez Barrios, y dos acompañantes, uno de los cuales murió.
La presencia y rondines policiacos no impidieron que comerciantes informales ejercieran su actividad en la calle Motolinía, donde ofrecían mercancía diversa ante la mirada de los uniformados.
Tampoco inhibió a ambulantes que aprovechaban cualquier descuido de los policías para tender sus puestos por momentos en las aceras de Tacuba, entre Palma Norte y República de Chile, a una calle de la estación Allende y de Motolinía.
“Ahí viene un potro”, alertó una vendedora a otra ambulante, mientras volteaban a ambos lados de esa arteria, para cuidar que los uniformados no las sorprendieran y las levantaran para remitirlas al juzgado cívico.
A lo largo de la calle Tacuba, así como a la salida del Metro Allende y en Motolinía se constató que lo que más prevalece es la actividad de tarjeteros que promueven de manera insistente los servicios de las ópticas que pululan en esa zona.
En tanto, decenas de vendedores instalaron de nuevo sus puestos alrededor y dentro de la Alameda Central, así como en sus inmediaciones con el palacio de Bellas Artes, pese a la presencia policiaca en la zona.
La explanada del Palacio de Bellas Artes y sus costados que dan hacia Eje Central y avenida Juárez, así como la acera sur de avenida Hidalgo están libres de vendedores, y es donde se observaron más policías.
En contraste, del lado de avenida Juárez y en las inmediaciones de Bellas Artes y la Alameda, había menos policías y se observó mayor concentración de puestos ambulantes, algunos con todo y anafres.
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En las fuentes y pasillos de la Alameda Central la vendimia continuó sin restricciones este domingo, ante la mirada de los elementos policiacos, quienes dijeron que no tienen órdenes de retirar a los ambulantes.
EL UNIVERSAL publicó el lunes 14 de octubre que las vallas metálicas y de popotillo que durante dos meses cercaron la Alameda Central fueron retiradas, y alrededor de 200 ambulantes han regresado al emblemático parque público, el cual ahora luce sitiado por los puestos de los vendedores que se tienden en pasillos, jardines y las aceras que delimitan su área.
En respuesta, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, informó que instruyó al secretario de Gobierno, César Cravioto, para que se haga un plan de reordenamiento de la vía pública en la Alameda Central ante el comercio ambulante que se ha instalado en este punto de la capital, y consideró que se debe hacer un “replanteamiento” de la participación del comercio en dicho espacio, que evite la llegada de más comerciantes.