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Los festejados eran los más pequeños, pero los adolescentes, adultos y hasta los abuelos disfrutaron de la música infantil y las actividades lúdicas que invadieron el Zócalo capitalino para celebrar el Día del Niño.
Suelen ser considerados los reyes de la casa, y como tal, el festejo de los pequeñines en la principal plaza de la Ciudad de México no fue eclipasado ni interrumpido por ninguna de las marchas o protestas que comúnmente acechan la plancha de concreto y sus alrededores.
Tampoco el radiante sol ni la contingencia ambiental que se activó después de las tres la tarde mermaron los ánimos de las niñas y niños que se dieron cita desde esa hora en la Plaza de la Constitución, acompañados de sus mamás, papás, abuelos y hermanos, para caminar, correr, jugar, saltar o simplemente sentarse en la explanada.
Los globos, papalotes, burbujas de jabón, peluche y pelotas adornaron improvisadamente la plaza cívica, en contraste con el asta que lució sin bandera, debido a que este miércoles se esperan concentraciones en la zona para la conmemoración del Día del Trabajo, por lo cual hay descanso obligatorio.
“¡Mañana [hoy miércoles] no hay clases!”, gritó al unísono y con evidente entusiasmo el público infantil que acudió al festejo al aire libre, para disfrutar la presentación de Los Patita de Perro, quienes, a manera de provocación, amenazaban con terminar su espectáculo, para que los menores fueran a dormir temprano y no faltaran a la escuela.
Los Patita de Perro y Los Migajita Sound Band fueron los responsables de que al festejo infantil se unieran adolescentes, jóvenes e incluso algunos millennials para bailar a ritmo del rock, reggae y ska que fusionan ambas bandas.
La mezcla de gustos también abarcó los atuendos del público. Los maquillajes de perros, gatos y ratones; los disfraces de princesas y superhéroes, las narices de payaso y los pollitos que se sujetan al cabello de niñas y niños, se conjuntaron con los piercings, tatuajes, pantalones de mezclilla rotos, medias de red y camisetas negras que portaban las chicas y los jóvenes.
“Se me hace que aquí hay muchos que crecieron con Los Patita de Perro, que están cumpliendo 30 años de trayectoria, y ahora hasta traen a sus hijos a escucharlos. A ver, levanten la mano los de 30... No, pues sí son muchos”, expresó Suzana Horia, animadora del festejo, quien usaba un disfraz de zanahoria.
Pasadas las seis y media de la tarde concluyeron las presentaciones musicales y actividades que organizó el Gobierno de la Ciudad de México, pero los niños quedaron con las energías recargadas y continuaron la fiesta en el Zócalo. Por fortuna, este miércoles no irán a clases.
