Autoridades locales mantienen una investigación —de la cual se tenía conocimiento desde 2016— en la que, presuntamente, se indagaba a funcionarios de primero y segundo nivel que trabajaban o colaboraban con el delincuente identificado como Lenin Canchola; los empleados delegaciones le advertían sobre los operativos en su contra y lo acercaban con los mandos policiacos.
El expediente detalla que Lenin Canchola creció bajo la sombra de la Unión Tepito y de su amistad con Roberto Moyado Esparza, El Betito, líder de esa agrupación criminal.
Sin embargo, y de manera paralela, Canchola se adentró con su organización en las alcaldías de Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Tlalpan, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc.
Ahí logró infiltrar y colocar a su gente en puntos estratégicos, pues tenían conocimiento de todo lo que ocurría en las calles.
Fue así que transportaba drogas y armas en vehículos oficiales de cada demarcación, mientras que otra parte de su gente, que tenía contacto y control de los mercados y tianguis, se encargaban de coordinar las extorsiones.
Con la información privilegiada, el grupo también logró implementar un sistema discreto de extorsión, pues lo disfrazaba como sobornos a empleados de las alcaldías y a los supervisores de mercados y tianguis.
A cambio, los empleados de esas demarcaciones recibían un porcentaje de todo lo que los delincuentes juntaba”, que iba de 10% a 15% de lo recolectado.
Los comerciantes están a merced de esa mafia, pues quien se resistía era golpeado, intimidado y, en el mejor de los casos, simplemente les clausuraban los negocios.
Con la ayuda de sus empleados de confianza, Lenin Canchola instaló puntos de venta de droga al menudeo en plazas comerciales de renombre en Cuajimalpa, Álvaro Obregón y Magdalena Contreras; en esos lugares los dealers eran supervisados por funcionarios de las demarcaciones mencionadas.
Según la investigación, que se nutrió de diversos testimonios de víctimas e incluso excolaboradores de Lenin Canchola, los empleados delegaciones eran los encargados de recabar el dinero en efectivo que dejaba la venta de drogas al menudeo.
Luego, el efectivo era entregado personalmente al delincuente en un departamento ubicado en Cuajimalpa, donde se cree que aún radica.
De hecho, el expediente cuenta con fotografías de una mujer, a quien las autoridades identifican como la pareja sentimental de Lenin Canchola, quien apareció en eventos que encabezó Adrián Rubalcava, alcalde en Cuajimalpa.
La misma joven se ve retratada con funcionarios de Álvaro Obregón y Magdalena Contreras, y se cree que ella es el enlace que permitió el crecimiento de Los Canchola en dichas zonas de la Ciudad.