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La señora Eusebia nunca imaginó que el tráfico que le hizo llegar tarde al lugar donde tiende su puesto para vender pepitas y frituras le salvaría la vida.
Este 6 de octubre a las dos de la tarde, un par de jóvenes que manejaban un motocarro para transporte de carga perdieron el control del vehículo al circular sobre la avenida José María Izazaga y volcaron entre dos jardineras frente al local siete del edifico marcado con el número 150, donde la comerciante coloca a diario su puesto.
Eusebia, de 73 años, vive en Nezahualcóyotl y suele llegar siempre alrededor de la una de la tarde al centro de la Ciudad de México; sin embargo, el avance lento debido al tráfico que encontró al desplazarse en camión desde Pantitlán, la hizo llegar después del accidente.
La comerciante no pudo bajar en la parada habitual debido a la presencia de bomberos, policías y paramédicos sobre Izazaga, el camión la bajó metros adelante y mientras caminaba a su sitio de trabajo observó con sorpresa lo ocurrido.
“Porque llegué tarde, ¡qué bueno que yo llegué tarde! Sí, ahí estoy, ahí estoy, siempre llego a la una, a las 12 y media. Hubo tráfico por eso no me pasé rápido. Diosito me ayudó, entonces no estaba yo ahí, si no...”, comentó la señora conmocionada por los hechos, y quien al llegar a su lugar habitual de trabajo vio el vehículo volcado.
Tras el accidente, uno de los conductores fue atendido por una cortadura en el brazo derecho mientras los elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos realizaban labores para reincorporar la unidad y retirarla del sitio.
Una vez que pasó la sorpresa y la zona fue limpiada, Eusebia colocó su puesto y comenzó con su venta habitual, pues un día sin trabajar es un día sin ingresos.