En la estación Atlalilco de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro converge el drama, la desesperación, los empujones, los retardos y el estrés de lograr abordar alguno de los vehículos del transporte público que los lleven, ya sea a Mixcoac o a Tláhuac para seguir el camino que los llevará a su casa , su trabajo , su escuela o las diferentes actividades por realizar.
Por las mañanas la urgencia por llegar al trabajo provoca que las unidades del Metrobús se desborden —que es parte del servicio emergente— y en los RTP, las puertas cierren a presión. En los microbuses las personas van “colgadas”.
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En las noches la prisa es por volver a casa, ver a la familia, con cansancio y dormir un poco para regresar al día siguiente a la misma rutina.
La Secretaría de Movilidad asegura que 200 mil usuarios son transportados al día.
Los usuarios de la Línea Dorada tendrán que esperar un año para que reanuda operaciones.
En las mañanas hay algunas aglomeraciones en el transporte por las primas para llegar al trabajo.
Algunos microbuses que prestan el servicio van llenos por las mañanas.
Ahora el tiempo de traslado de los capitalinos se ha incrementado por el cierre en la Línea 12.
El gobierno de la Ciudad de México puso en marcha unidades del Metrobús para dar cobertura a las personas afectadas pro el servicio en la Línea 12 del Metro.