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El jefe de Gobierno, Martí Batres, informó que tras ser identificado como el punto donde salía agua con aceites y lubricantes hacia la red de abastecimiento de colonias del norponiente de la alcaldía Benito Juárez, el pozo Alfonso XIII, ubicado en Álvaro Obregón, fue cerrado y saneado por autoridades del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), en coordinación con Petróleos Mexicanos (Pemex).
“Lo más importante de todo es que estamos ya en otra etapa, una vez que se cerró el pozo Alfonso XIII y a lo largo de las próximas dos semanas, aproximadamente, se estará dando todo el proceso para que vaya saliendo esta sustancia que se encuentra en algunos puntos de la red hidráulica de esta región”, comentó el mandatario local.
En un mensaje a medios, acompañado de autoridades de las diversas dependencias que intervienen en el operativo para atender los reportes de vecinos que han señalado olor a combustible en el agua, Batres insistió en que las pruebas realizadas con explosímetros a casi 400 muestras levantadas en domicilios, descartan la presencia de gasolina en el líquido.
“Este pozo ya no surte agua a la red, eso quiere decir que ya no está entrando a la red agua proveniente de este pozo. Evidentemente en la red todavía queda agua de la que estuvo lanzando el pozo en algunos fragmentos y zonas, pero se va a ir limpiando con el agua que llegue a presión de las otras fuentes con las que se está trabajando”, enfatizó.
Refirió que a unos 500 metros del pozo Alfonso XIII hay un ducto de Pemex, por lo que el Gobierno capitalino solicitó a ese organismo federal el análisis del mismo y preparó dos pruebas.
La primera, abundó Batres, consistió en verificar que la presión del ducto sea constante, para descartar una fuga de combustible.
“Aquí partíamos de la idea de analizar si tal vez había huachicol, o si por alguna otra razón, se había dañado el ducto, pero no se encontró en esta primera prueba, nada de eso”, aseguró.
La segunda prueba técnica a cargo de Pemex se hará este jueves, con un aparato para monitorear con video y registrar en fotografía el interior del ducto, para verificar si hay alguna fisura.
El mandatario añadió que desde el 31 de marzo que recibieron el primer reporte vecinal por olor a combustible en el agua potable, atendieron las denuncias y se pusieron en contacto con los colonos.
Hasta el pozo Alfonso XIII llegó personal del Ejército, Guardia Nacional y Pemex, así como elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Protección Civil y bomberos.
El lugar fue asegurado desde la madrugada de este miércoles y permaneció acordonado; la calle Franz Hals fue cerrada por la presencia de maquinaria pesada, así como de pipas de 20 mil litros y camiones del Ejército y Guardia Nacional, además de dos carpas del Gobierno de la Ciudad de México.
Personal del Sacmex ingresó una cámara de inspección de circuito cerrado a control remoto en las tuberías aledañas al pozo.
Explicó que la exploración se realiza para revisar las condiciones físicas de las tuberías y afirmó que cualquier hallazgo será reportado para su reparación.
“Nuestra inquietud es que vaya a pasar algo. Aquí en el parque a esta hora hay muchos niños, imagínate a alguien que se le ocurra aventar un cigarro al pozo (...), que vengan y nos resuelvan y digan la verdad”, dijo Víctor Manuel, vecino de la zona.
Myriam Urzúa, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, expuso que luego de realizar estudios preliminares en el pozo, no se encontró presencia de combustible en el agua, aunque explicó que este será drenado y limpiado. “No hay ningún tipo de explosividad y no es gasolina definitivamente”.
A unas cuadras de este pozo fue clausurada la noche del 9 de abril la planta química Grupo Labrador, ubicada en la calle Giotto 215, una fábrica de pigmentos y aditivos químicos, que según vecinos, fue una de las causantes de la contaminación del pozo.