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Los cuatro feminicidios de escorts y modelos sudamericanas registrados en el primer semestre del año —la última, la colombiana Laura Cristina— develó una disputa entre tratantes venezolanos y colombianos en el país.
Estos grupos surgieron luego de la detención de Ignacio Santoyo, El Sony, fundador del portal ZonaDivas, donde algunas de las mujeres eran obligadas a la prostitución.
Así lo revelan amigas también escorts de las víctimas, quienes detallaron que el modelo de “negocios” sigue siendo el mismo; reclutan a jóvenes en Venezuela principalmente, aprovechándose de la situación que se vive en aquel país, y las traen a México vía Cancún, para luego ser distribuidas en las regiones norte y centro.
También se anuncian en páginas web y otras en redes sociales bajo el concepto de “independientes”, pero no es así, pues los tratantes les manejan sus cuentas de Twitter.
Los testimonios, reforzados con la investigación de la autoridad federal y local, dan cuenta que los tratantes obligan a las mujeres a trabajar para quien las ingresa de manera ilegal al país; sin embargo, “la competencia” les propone atractivas ofertas para que se vayan con ellos, lo que desata el conflicto.
“El problema es que ellos [traficantes de personas] nos siguen viendo como mercancía. Los colombianos quieren que trabajes para ellos y los venezolanos también. A ni uno de los dos le importa si queremos o no, o si ya estamos cansadas de esa vida.
“Este año mataron primero a dos venezolanas que no quisieron cambiar de bando y ya van dos colombianas. A nosotros nos siguen matando y lo peor es que ni una autoridad nos ayuda”, comentó una escort colombiana quien pidió el anonimato por seguridad.
Avances. Sobre la investigación del homicidio de Laura Cristina, la policía local dio a conocer que cuenta con videos en los que se observa a un probable responsable que ingresa al complejo Grand Tower, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
“Hay varios indicios, hubo huellas en la sangre y otros indicios que está siguiendo la procuraduría; aún no tenemos identificado al autor material”, dijo.
De acuerdo con datos asentados en la carpeta de investigación, Laura tenía aproximadamente dos años en la Ciudad de México y se dedicaba al servicio de escort a través de una página de internet.
El día anterior al hallazgo de su cuerpo, según narró la trabajadora doméstica del domicilio, llegaron al departamento tres hombres en diferentes horarios, y que al concluir su jornada, a las 17:00 horas, Laura se sentó a ver televisión.
Al lugar también llegó el dueño del departamento, quien contó que el día anterior a su asesinato sostuvo comunicación con la víctima, quien le dijo que no podía pagar la renta por cuestiones económicas.