A seis años del multihomicidio del caso Narvarte, cuando fueron asesinados Mile Virginia Martín, Yesenia Quiroz, Olivia Alejandra Negrete, Nadia Vera y el fotógrafo Rubén Espinosa, los primeros avances en las conclusiones realizadas por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) apuntan a que en realidad los asesinatos fueron ordenados por una red que se dedica a la trata de personas y que los objetivos principales eran la colombiana Mile y su amiga Yesenia.
En estas conclusiones, concentradas en el informe de la Unidad de Análisis y Contextos de Delitos de Género de la FGJ-CDMX bajo la averiguación previa FBJ/BJ1/T204379/15-07D01D1D1 y su acumulada FBJ/BJ-1/T2/04379/15-07R1, se descarta que el crimen de la activista Nadie Vera y Rubén Espinosa esté relacionado con alguna venganza o ajuste de cuentas de tintes políticos o represalias derivadas de las diversas actividades de ambos.
Según los indicios encontrados por agentes que retomaron el caso, previo al crimen un delincuente, conductor de un taxi y vendedor de drogas el menudeo identificado como El Pillo, buscaba obligar a Mile y a Yesenia que continuaran con su trabajo sexual para él y una red de trata ligada a la extinta página zonadivas.com.
Este personaje conocía la actividad de Mile y sabía dónde radicaba, pues él era vecino de otra de las víctima: Olivia Alejandra Negrete, la empleada de limpieza cuyo cadáver se encontró en el baño de ese departamento.
Sin embargo, las dos jóvenes se negaron a ser explotadas por esa red pues buscaban “independizarse”, por lo que según lo asentado en la averiguación previa, a manera de represalia y para “enviar un mensaje” a otras escorts, decidieron asesinarlas.
En el crimen participaron los tres imputados: Daniel Pacheco Gutiérrez, Abraham Torres Tranquilino y Omar Martínez Zendejas. Sin embargo, el autor intelectual y otras dos personas que se destacan en la investigación aún no están detenidas.
Las primeras conclusiones desechan que el móvil principal fuera el robo, pues si bien el día de los hechos los asesinos se llevaron dinero, joyas, el vehículo inservible de Mile y otras pertenencias, eso fue “ocasional”, pues estando en la habitación, los agresores aprovecharon para robar lo que pudieron.
Sobre las huellas de posible tortura que tenían las víctimas, sobre todo Rubén Espinosa, los peritajes determinaron que estas se realizaron porque él intentó defenderse.
Las pesquisas revelaron que nunca existió el supuesto cargamento de drogas que Mile, supuestamente, fue a recoger en el aeropuerto. Esa versión se detalla en la investigación fue un “invento” de los asesinos para tratar de desviar las investigaciones.
La conclusión de esta investigación tomó un año luego que se ordenara la reapertura del expediente para que se realizaran las indagaciones correctas para esclarecer este hecho.