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Tras la renuncia del diputado local Jesús Martín del Campo Castañeda, como integrante del Partido del Trabajo en el Congreso local, la coordinadora de este partido, Circe Camacho Bastida, lejos de estar molesta o preocupada de que sean tres los legisladores que deciden separarse de su grupo parlamentario, aseguró que ya lo esperaba desde el 19 de marzo pasado.
Explicó que en esa fecha, fue cuando el Pleno del Congreso local aprobó la donación de 400 millones de pesos, donde el PT votó en abstención, “lo que no gustó a Morena, pues a partir de ese día comenzaron amenazarme de que acabarían conmigo. Pero les dejé en claro que no amedrentarían. No me dejé, pero optaron por convencer a mis compañeras”, dijo en entrevista.
De allí que las renuncias, explica, primero de Leonor Gómez Otegui y Lizzete Clavel Sánchez, y ayer la de Martín del Campo, “no extraña, pues se dejaron convencer por Morena y el Gobierno capitalino. Ignoro qué les ofrecieron”, aseguró.
Opinó que las renuncias de estos tres diputados a su partido, “fue una mala jugada de Morena, quien por debilitar al PT, le abrió la puerta a la oposición para que ocupe la Jucopo, para el PRD, y la Mesa Directiva, al PAN. Creo que las matemáticas no son su fuerte, pues lo mismo hicieron con la donación de los 400 millones, que fue lo que me generó esta situación”, afirmó.
Destacó que en el caso de Martín del Campo, “como se sabe, siempre ha sido de Morena”, pero de las otras dos diputadas negó que su renuncia haya sido por maltratos u ofensas, como lo aseguraron, “más bien fue porque les llegaron al precio”, lamentó.
Sin embargo, Gómez Otegui y Clavel Sánchez, hoy diputadas sin partido, negaron que les hayan hecho algún ofrecimiento para renunciar al PT, “nos fuimos porque nos cansamos de sus abusos y groserías. Si solamente se va un diputado del grupo parlamentario, es probable que el diputado está mal, pero si se van tres, lo que está mal es la coordinación, ¿no?”, coincidieron las legisladoras.
