Como lo hacen el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Guadalajara; La Familia Michoacana (FM) en aquel estado o El Chapo Guzmán, en los pueblos abandonados y olvidados de la sierra de Sinaloa, en la alcaldía Álvaro Obregón, en la Ciudad de México, Lenin Canchola, uno de los delincuentes señalados por las autoridades capitalinas como el principal generador de violencia en la zona poniente de la capital, hoy preso, busca allegarse de la base social.
Investigaciones de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) reportan que a través de supuestas organizaciones civiles, Lenin Canchola tiene bajo su control centros comunitarios instalados en toda la demarcación, tres de estos se encuentran en el sector de la colonia Las Águilas.
Ahí regalan despensas, medicamentos, ropa e, incluso, sillas de ruedas, muletas y servicios de primeros auxilios para los vecinos, a cambio piden que los “beneficiados” avisen o alerten de la presencia de policías, militares o periodistas en la zona.
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“Quiero agradecer al señor Lenin Canchola el apoyo que nos está dando. Gracias por la despensa y la ayuda que nos da, de nosotros no se acuerda nadie, ni el gobierno ni nada, sólo él”, dijo Rosalinda, una mujer de 65 años que todos los domingos acude al Centro Comunitario El Fénix, en la colonia Las Águilas, por su kit, que consiste en aceite para cocina, un kilo de arroz, frijoles, dos bolsas de sopa de pasta y tres latas de atún.
EL UNIVERSAL acudió a uno de estos sitios y constató que los fines de semana las filas se extienden por casi un kilómetro, todos esperan recibir algo sin saber de dónde proviene.
Cuando la despensa se acaba, regalan mil pesos en efectivo luego de anotarse en una lista y de entregar una copia de su identificación oficial. Los beneficiados dicen estar olvidados por las autoridades.
“Muchas gracias, Jonathan Canchola, por la silla, se los agradezco que me la hayan mandado. Yo, la mera verdad, no tuve la oportunidad de comprar o conseguir una, es para mi hijo al que atropellaron hace unos días y ahora tiene que usar la silla para sus quehaceres”, agradeció la señora Carmelita en un testimonio que fue difundido a través de un video en redes sociales.
El hijo de Carmelita, efectivamente, fue atropellado, pero según la investigación el accidente se registró luego de una persecución policiaca en febrero de este año; es identificado como El Juan y pertenece al primer círculo de Canchola, encargado del cobro de las extorsiones y de recabar todas las ganancias de la venta de drogas al menudeo en el sector de la alcaldía Cuajimalpa, donde también el grupo de Lenin Canchola —que sigue preso en un penal de máxima seguridad— tiene influencia.
Según las indagatorias de los agentes de investigación, los organizadores y encargados de estos centros comunitarios aseguran tener la documentación necesaria que los avala como organizaciones civiles sin fines de lucro, pero no especifican de dónde proviene el dinero que regalan o con el que compran las despensas, las medicinas o las sillas de ruedas.
Tampoco quisieron mostrar dicha documentación o detallar cómo fue dicho proceso para obtener el mencionado registro. “Nada de esto es ilegal, nosotros estamos registrados como organización civil y por eso seguimos operando, todo está en regla”.
¿Podemos ver el registro…? se les cuestionó.
De eso se encarga nuestro abogado, pero no está y no sabemos cuándo venga porque anda fuera en una diligencia, se limitó a contestar Mariano Contreras, uno de los organizadores de la protesta afuera del Reclusorio Sur, en mayo pasado, en donde los beneficiarios exigían la liberación inmediata de Lenin Canchola.
Los manifestantes entonces acusaron que mantenerlo preso es represión política en contra de Canchola, a quien señalaron y calificaron como un “luchador social”.
El 23 de marzo de este año, un grupo de personas cerró los accesos a las salas penales del Reclusorio Oriente para exigir la liberación de Lenin Canchola.
Los inconformes eran habitantes de las alcaldías Álvaro Obregón y Cuajimalpa. “Si no lo sueltan, nos metemos a sacarlo”, gritaron los manifestantes.
Lenin o el Señor de la L fue detenido en Monterrey, Nuevo León, en julio del año pasado. Al fundador del grupo delictivo Los Malcriados se le acusó de venta y distribución de droga, homicidio, secuestro y cobro de piso. Su estructura criminal se llegó a infiltrar en las alcaldías Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Magdalena Contreras y Cuauhtémoc.
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Lenin Canchola intentó echar abajo el proceso judicial en su contra, pero un juez le negó el amparo que interpuso contra la vinculación a proceso y la prisión preventiva oficiosa, lo que derivó en dicha protesta.
Actualmente, esa célula criminal es administrada por sus hermanos, Miguel Ángel Canchola Martínez, Simón Canchola Martínez, Ezequiel Canchola y un hermano más con antecedentes penales.
La familia Canchola tiene su centro de operaciones en la colonia Ampliación Las Águilas, en la alcaldía Álvaro Obregón, desde donde siguen operando.