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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Jóvenes en motocicletas, que se identifican como el “brazo armado” de La Unión Tepito, mantienen asolados a los gerentes y administradores de los bares, restaurantes y cafeterías del corredor Roma-Condesa y Polanco, a donde llegan preguntando por el encargado, a quien le exigen el derecho de piso.
Algunos pagan y se evitan problemas; sin embargo, quienes han levantado la voz, sufren amenazas.
Así lo denunció el administrador de un restaurante ubicado sobre la avenida Revolución, inmediaciones de la alcaldía Benito Juárez.
Dice que desde la semana pasada lo han estado “cazando”, pues junto con el dueño del lugar, se negaron a pagar el derecho de piso que exige ese grupo delictivo, por lo que ha recibido amenazas, las cuales subieron de tono el pasado.
Consta en la carpeta con folio FBJ/BJ-1/UI-1S/D/02746/04-2019, que ese día llegaron cinco jóvenes en motonetas a preguntar por el gerente. El personal de seguridad del lugar les explicó que el administrador no estaba; los jóvenes armados se molestaron y amagaron: “Dile que ya no se haga pendejo, que pague y se deje de mamadas o regresamos y le quemamos el lugar”.
Luego se retiraron, no sin antes desenfundar sus armas largas. Más tarde llegó el administrador y fue notificado del incidente.
El hombre decidió acudir a las autoridades, y denunció que las extorsiones se extendieron hasta la colonia San Pedro de los Pinos, donde los gatilleros exigen —dependiendo del tamaño del lugar— desde los 5 y hasta 20 mil pesos mensuales.
Elementos de la Policía de Investigación de la procuraduría local acudieron a entrevistar a testigos, a otros restauranteros y solicitaron acceso a las cámaras de seguridad de varios negocios con la finalidad de identificar el rostro de los agresores y obtener características de las motocicletas que utilizan.
A los restauranteros les preocupa, pues estos jóvenes armados llegan a los lugares a extorsionar con nombres de los propietarios, de los encargados, en ocasiones con fotografías de ambos entrando de sus negocios, haciendo compras o tomando café en otros lugares, por lo que aseguran, los están siguiendo.
