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La agente de la Policía de Investigación (PDI) Karina Ortiz tenía miedo de un día salir a la calle y no regresar. A ella, la violencia que recibía de su pareja, un elemento de la misma corporación identificado como Manuel "N", la acorraló.
El 16 de marzo su cuerpo fue hallado con cuatro impactos de arma de fuego calibre 9 milímetros, presuntamente, agredida con su misma arma de cargo.
“Kari”, como le decían sus familiares, fue enterrada la tarde del viernes; ahí, compañeras detectives le dijeron a sus hermanos que ella, tenía mucho miedo a que le hicieran daño.
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La agente había denunciado a Manuel "N" por la violencia que ejercía en su contra, pero nadie le hizo caso, ni en la Fiscalía General de Justicia (FGJ) institución a la que representaba como policía.
Miguel Ángel Ortiz, hermano de la víctima, narró a EL UNIVERSAL que ella desapareció el 15 de marzo, cenó con su madre y le dijo que trabajaría por la noche, por lo que salió a bordo del vehículo oficial de la FGJ que estaba a su cargo.
Pero ella nunca llegó a su centro laboral. Uno de sus compañeros acudió a su domicilio porque se les hizo raro que no se presentara al pase de lista y el GPS del vehículo arrojaba que este había sido abandonado en las inmediaciones del Rodeo Santa Fe .
Miguel Ángel acudió hasta dicho lugar en donde hallaron el vehículo, luego fueron a levantar la denuncia hasta el Estado de México, quienes intervinieron con peritos.
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Al interior de la cajuela hallaron las pertenecías de la víctima así como su credencial laboral .
Cinco minutos después, a los familiares les dijeron que acudieran a reconocer un cuerpo con las mismas características de su hermana.
Para los familiares hay opacidad en las investigaciones pues en la FGJ, quienes ya atrajeron la indagatoria por feminicidio , no les han dicho si el principal sospechoso se encuentra activo o si huyó de la Ciudad.
apr/acmr
