Una protesta encabezada por mujeres transexuales afuera del Congreso de la Ciudad de México terminó en una gresca que dejó como saldo ocho personas lesionadas (dos de ellas hospitalizadas), muros pintados, vidrios rotos y la suspensión de la sesión de ayer.

Colectivas LGBTI+ anunciaron que irían a las instalaciones del Poder Legislativo para manifestar su rechazo hacia la iniciativa presentada por la diputada local panista América Rangel, la cual busca prohibir que los menores de edad sean sometidos a operaciones y tratamientos para cambiar su sexo y género.

La cita fue ayer a las 10:00 horas en las escalinatas del recinto de Donceles y Allende, en el Centro de la Ciudad. Las colectivas llegaron, se organizaron y comenzaron a manifestarse y gritar consignas en contra de la diputada panista.

Asimismo, con aerosoles pintaron los muros, puertas y escalinatas del Congreso, por lo que los accesos al inmueble fueron cerrados. Minutos después, las manifestantes comenzaron a romper los vidrios de las oficinas del PAN, localizadas en la parte baja del recinto.

Luego, las inconformes llegaron a la puerta principal y comenzaron a pintarla y golpearla con tubos. Mientras esto ocurría afuera, adentro se decretó un receso en la sesión. Personal de resguardo solicitó a los presentes retirarse de las inmediaciones del acceso principal para salvaguardar su integridad.

Debido a los golpes que sufrió la puerta, la protección de plástico que tenía se venció y las manifestantes lograron quitar dos barrotes para ingresar.

Los esfuerzos del personal de resguardo fueron inútiles y tres de las personas inconformes lograron colarse hasta el lobby.

Ya adentro, comenzaron a gritar y lanzar golpes, pues su intención era ingresar hasta el salón de sesiones, que había sido prácticamente amurallado para evitar que irrumpieran.

La Mesa Directiva informó que, al continuar el disturbio y tras el ingreso de tres manifestantes al recinto legislativo —quienes agredieron al personal de resguardo—, sus integrantes activaron el protocolo interno sin violentar a ninguna persona manifestante.

Este protocolo fue el uso de extintores que fue vertido entre las inconformes adentro y afuera del Congreso, lo que provocó una nube gris que inundó el lobby y que ayudó a retomar el orden.

La Mesa Directiva informó que “durante estos hechos una de las personas manifestantes sufrió lesiones leves, debido a una caída sobre los vidrios que los mismos manifestantes rompieron quedando sobre el suelo”.

Una de las personas que ingresó fue Victoria Sámano, quien tras los hechos denunció en redes que fue golpeada y que se encontraba retenida contra su voluntad dentro de las instalaciones del Congreso.

Mientras todo esto ocurría en el lobby, dentro del salón de sesiones se encontraban la mayoría de los diputados locales, entre ellos América Rangel, quien horas más tarde informó que “afortunadamente” se encontraba bien, luego de que un grupo de personas “trataron de agredirme físicamente”.

Tras el altercado y el receso, los diputados de Morena buscaron continuar con la sesión, pero los panistas se rehusaron, por lo que se suspendió y se reanudará hoy a las 9:00 horas.

El saldo final de este zafarrancho fue de ocho personas lesionadas, vidrios rotos y el lobby inundado por el material expulsado por los extintores.

Esta no es la primera vez que hay empujones y vidrios rotos en el Congreso; en septiembre de 2009, el entonces diputado local Christian Vargas, conocido como el Dipuhooligan, rompió los cristales de una puerta en las instalaciones del edificio.

Asimismo, en mayo de 2018, el exdirector del Sindicato de Bomberos, Ismael Figueroa, llegó a las escalinatas acompañado de 2 mil bomberos para protestar; en esa ocasión hubo dos heridos.

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