Más Información
La fiscalía General de Justicia de la Ciudad de Méxic o (FGJCMX ) realiza estudios periciales y de genética para determinar si el cuerpo que se encuentra en el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) corresponde al de la menor de origen otomí, Maricela Escorza Salinas de 16 años, quien fue reportada como desaparecida el pasado 21 de marzo.
De acuerdo con el vocero de la dependencia, Omar Cruz, la madre de la menor se presentó en el Incifo para reconocer el cuerpo, pero no lograron hacerlo por el avanzado estado de descomposición que presentaba, por lo que se le tomaron algunas muestras para hacer la confronta.
Lee también
El vocero explicó que los restos que se tienen en el servicio forense de la capital corresponden al de una mujer que fue atropellada la madrugada del lunes 22 de marzo en el cruce de las calles de Reforma y Avenida Juárez, en la colonia Centro, en la alcaldía de Cuauhtémoc.
Refiere que la mujer fue atendida por paramédicos y traslada a un hospital de la alcaldía en Iztapalapa, donde la reportaron grave por el traumatismo craneoencefálico que sufrió tras ser atropellada. El reporte que iniciaron los paramédicos hablaba de una mujer de 25 años.
Dijo que fue hasta el 26 de marzo, un día después de que se reportó oficialmente la desaparición de la menor, cuando notificaron a la Policía de Investigación que había un cuerpo que con las señas de la menor de edad que estaban buscando.
El vocero comentó que no tienen la fecha exacta del cuándo murió la mujer que fue atropellada en el centro de la capital, pero que el 28 de marzo se presentó la mamá a tratar de reconocerla y no pudo hacerlo por el estado en que se encontraba el cuerpo.
Omar Cruz mencionó que de acuerdo con la experiencia del caso, esperan que en un lapso de 48 horas, a más tardar, puedan tener los resultados de los exámenes de genética y determinar si los restos en el Incifo son de la menor Maricela Escorza Salinas.
Esta sería la tercera muerte que se registra en los últimos meses que afecta a las comunidades indígenas que habitan en la Ciudad de México, pues en noviembre pasado fueron localizados sin vida y destazados los menores de origen mazahua Alan Yair (12) y Héctor Efraín (14), en calles del Centro Histórico.
cg/ml
