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Tlalnepantla, Méx.—“Si las rocas no acabaron con mi vida, la tensión de estos días ya me puso en riesgo de sufrir un infarto”, afirmó Maura Capistrano Ortega, cuya casa es una de las 11 que serán demolidas, entre ellas, el nicho de El Calvario en la llamada “zona cero” del derrumbe del cerro del Chiquihuite.
“Junto a mi casa cayó la roca 1”, una de las más pesadas del derrumbe, y ahora su vivienda, donde tenía una tienda de la que se mantenía su familia, fue dictaminada por Protección Civil como de riesgo, por lo que será demolida.
“Aún nos falta por sacar 70% de nuestros muebles y enseres”, labor que se ha dificultado por las toneladas de grava y arena que depositaron para estabilizar la zona.
“No somos paracaidistas, tenemos escrituras, pagamos predial y agua, por eso rechazamos firmar un convenio en el que dice que somos irregulares o que vivimos en un asentamiento irregular”, aseveró Maura mientras mostraba su documentación.
Este 27 de septiembre iniciará la demolición de viviendas en la zona de alto riesgo, lo que incluye un nicho llamado El Calvario, que no es el templo, puntualizaron autoridades de Protección Civil del Estado de México.
“Salvamos la vida, pero llevamos 16 días sin casa”, contó Maura tras el derrumbe del 10 de septiembre que dejó atrapadas a sus vecinas Paola y a sus dos pequeños hijos, quienes fallecieron dentro de lo que fue su hogar.
El deslave de peñas del cerro del Chiquihuite también provocó la muerte de Mariana Martínez Rodríguez, una joven estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y dejó lesionada a Jessica, su hermana, quien fue rescatada con vida.
“Perdimos la tienda de la que vivíamos cuatro familias con 15 integrantes, en un predio de 250 metros cuadrados, donde hemos vivido por 50 años y ahora quieren que firmemos un documento en el que aceptaríamos que sólo hemos estado aquí por 10 años en un predio irregular, pese a que tengo escrituras y pago impuestos y servicios”, dijo.
Ante toda esta tensión “anteanoche tuve un preinfarto, por la zozobra de perder mis ingresos y no tener dinero ni para comer, pues la tienda de la que nos manteníamos cerró y perdimos la inversión de mi vida”, afirmó mientras hacía fila en la Casa de Cultura de la colonia Lázaro Cárdenas, pues pese a vivir en la “zona cero”, no quedó incluida en el padrón inicial de apoyo que aprobó el Cabildo, para recibir un apoyo mensual por los últimos tres meses del año por la cantidad de 5 mil pesos.
El polígono de alto riesgo de derrumbe, donde más de 110 casas han sido evacuadas, es custodiado por personal de la Guardia Nacional, Ejército y policías estatales, quienes no permiten el ingreso.