El Sistema Penitenciario capitalino pidió la intervención de elementos de la Policía de Investigación (PDI) para esclarecer el robo de 27 mil 456 pesos, dinero que “desapareció” de las oficinas administrativas del penal varonil de Santa Martha Acatitla, en la alcaldía Iztapalapa.
Según lo referido por las autoridades carcelarias, el dinero era para pagar a los internos que ayudan a funcionarios en labores de oficina.
Consta en la carpeta con folio FIZP/IZP-9/UI-3S/D/20305/10-2019 que el atraco fue reportado por Édgar Sandoval, quien se desempeña como empleado del área contable del penal de Santa Martha, explicó a los agentes de investigación que la tarde del 29 de octubre salió de sus oficinas al terminar su jornada laboral y dejó el efectivo “en una caja metálica dentro de un archivero” como tradicionalmente lo hace.
No fue hasta el siguiente día que un compañero llegó y le avisó que la oficina “estaba violada”, pues forzaron la chapa y el archivero donde estaban los más de 27 mil pesos. En ese momento solicitaron ayuda del jefe de custodios, así como del director del penal, pero a pesar de una breve investigación, no encontraron a los responsables, por lo que pidieron la intervención de los especialistas de la procuraduría capitalina.
Éstos de inmediato solicitaron revisar las cámaras de vigilancia de los pasillos cercanos; sin embargo, con el argumento de que los videos son de máxima seguridad, no los facilitaron, lo que de inmediato despertó sospechas entre los agentes de investigación, pues no descartan “golpe interno”.
Una vez recabadas las entrevistas, estos dijeron que “muy pocos” conocían el proceso de recepción y dónde se guardaba el dinero.
Proporcionaron los nombres de los internos que en ocasiones hacen los trabajos de limpieza y otros menesteres en esa oficina de contabilidad, quienes aseguraron desconocer quién robó el dinero.
En su defensa, dijeron que el atraco se registró luego de las 18:00 horas, tiempo en el cual a los convictos ya no se les permite caminar por los pasillos, fue así como la investigación se dirigió a los custodios del tercer turno del penal.
Todos dijeron desconocer el robo y aseguraron que no observaron movimientos sospechosos.
Mientras se resuelve el misterio, el empleado afectado debe solventar el dinero perdido, pues las autoridades quieren evitar una revuelta entre los internos a quienes no se les ha pagado.