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Los eventos violentos que se registraron durante el fin de semana en la frontera entre la Ciudad de México y Morelos, según el primer cruce de información entre ambas fiscalías, podría estar relacionado con la disputa de grupos criminales que buscan adueñarse del corredor de la zona del Ajusco, que va desde Huitzilac hasta El Pico del Águila; se reveló que operan talamontes que durante los últimos años han mutado, y ahora, rentan esas brechas para el trasiego de drogas y armas.
El secuestro de tres presuntos talamontes originarios de Huitzilac, en Morelos, identificados como Juan, Daniel y Froylan, puso al descubierto la rivalidad entre los grupos delincuenciales, el primero asentado en Morelos, y el segundo, en la zona alta del Ajusco, en Tlalpan.
Sobre los avances en el homicidio de dos de los jóvenes morelenses, la fiscalía estatal revela que quien los “levantó” fue un grupo fuertemente armado con vestimenta tipo militar, por eso los confundieron con elementos de la Guardia Nacional.
Sin embargo, los supuestos talamontes nunca llegaron al Ministerio Público, a donde sus familiares fueron a preguntar por ellos; los cadáveres aparecieron dentro de una cueva en las inmediaciones del poblado de Parres, en Tlalpan.
Según las autoridades locales, ahí está asentado el otro grupo criminal responsable de la tala clandestina de toda la zona del Ajusco; la investigación señala que ahora busca adueñarse de las brechas, que conocen a detalle, para traer armas y drogas.
En este sentido, trascendió que los familiares de las víctimas señalan a integrantes del grupo ejidal de Topilejo como los responsables del secuestro y homicidio de los hombres, todo porque aparentemente los querían castigar por dedicarse a la tala clandestina.
Sin embargo, los pobladores de Topilejo se acercaron a las autoridades de investigación y aseguraron “no tener relación con lo ocurrido”, deslindándose de los hechos. Fueron ellos mismos quienes comentaron a las autoridades sobre la disputa de ambos grupos delincuenciales por las brechas del corredor Morelos-Ajusco y la tala de árboles.
Parte de esta información asegura que en el poblado de Parres es donde se resguarda un grupo criminal. Ahí, consta en expedientes policiales y periodísticos, ni los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) inspecciona, por lo que es común ver a los talamontes armados y en camionetas resguardando todo los troncos que ilegalmente cortan de toda la zona boscosa de Tlalpan y su frontera con Morelos.
Al grupo de Huitzilac se le relaciona con El Maya, presunto lugarteniente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Morelos y actualmente objetivo prioritario de las autoridades del vecino estado.
Testimonios de familiares de víctimas revelan que en un principio ambos grupos, que originalmente eran talamontes, eran aliados, pero la relación se fracturó y ahora sostienen la batalla por las brechas, la cual a decir de los propios agentes cercanos a la investigación, puede escalar.
En la zona, y a manera de trabajo preventivo, elementos de la Guardia Nacional realizarán rondines en coordinación con fuerzas locales de Morelos como de la Ciudad, al tiempo que ambas fiscalías buscan a los responsables del secuestro y homicidio de los jóvenes de Huitzilac.
