El olor a plástico quemado se percibe varias calles antes de llegar al centro de la zona comercial del Barrio de Tepito.
En medio del tumulto propio de la temporada se aprecian telas tendidas en medio de la calle entorpeciendo más el paso peatonal, cientos de montones de chanclas, sandalias, huaraches y demás artículos que se quemaron en la Plaza Oasis hace cinco días.
“Hay que salir a chingarle, no queda de otra. Es la única manera que sabemos de recuperar todo lo perdido”, dice uno de los vendedores, quien revela que durante el incendio él estuvo “echando agua”, pero nada sirvió, pues en sólo unas horas toda una vida de 25 años vendiendo sandalias quedó reducido a cenizas.
Pese a este escenario, los comerciantes de la zona no dejan de trabajar, y menos en plena temporada alta. Algunos estiman que la pérdida máxima fue de media tonelada de chanclas, cuando solamente en esta época les llegan más de 10 toneladas, relatan algunos de los locatarios.
“Está raro que no tengan seguro, todas las empresas lo tienen y ellos venden un montón. Nosotros venimos de Guerrero y les compramos camiones para llevar allá, tenemos un negocio pequeño, pero sí tenemos seguro, porque sabemos que es plástico y cualquiera cosa puede pasar”, comenta Pedro, quien llega en un camión para llevarse producto y vender de noviembre a febrero en todo el sur del país.
La zona es vigilada por dos patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Adentro de la plaza algunos peritos de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) realizan inspecciones para deslindar responsabilidades.
De momento no se ha determinado la causa del siniestro y los afectados no quieren especular, prefieren mantener la idea de que fue un accidente. “Aquí no se tenía problemas con nadie, tenemos más de 20 años trabajando en Tepito, aquí era una bodega nada más”, dice otro de los afectados mientras acomoda los productos sobre la calle Peña y Peña.
Según sus propias estimaciones, las afectaciones económicas podrían ascender a más de 200 millones de pesos, pues para cubrir la afectación se adquirió producto a crédito y ahí estaba almacenada; ahora todo eso lo tienen que pagar. “La única que nos ha ayudado es Sandra Cuevas [alcaldesa de Cuauhtémoc], nos ayudó con 50 mil pesos y con eso pensamos empezar de nuevo”, comenta Santiago, otro de los afectados.
El comerciante también recuerda que el fuego consumió todo en cinco minutos.
“Llegaron los bomberos, pero resulta que no pudieron con el trabajo, no traían pipas, no traían agua, no traían motosierra para entrar en una puerta y eso complicó todo”, puntualiza el afectado.
El siniestro arrasó con los niveles tres y cuatro y se espera conocer el grado de afectación de la planta baja y primer piso de Plaza Oasis, ubicada en las calles Florida y Manuel de la Peña y Peña y Aztecas.
Lo que dañó a más de 200 familias que dependen de la venta de chanclas, 300 locales destruidos de manera directa, por lo que 480 personas resultaron afectadas porque el edificio quedó inservible.
A los afectados, la fiscalía les explicó que se van a realizar un total de cuatro peritajes; apenas va el primero, por lo que creen que será hasta el próximo año cuando nuevamente regresen a ese lugar, mientras tanto, advierten, seguirán trabajando en la calle.