Para cientos de médicos y trabajadores de la salud de la Ciudad de México, el proceso de transición al Órgano Público Descentralizado (OPD) IMSS-Bienestar ha estado marcado por el temor y la incertidumbre ante la falta de información y claridad de cuáles serán sus nuevas condiciones laborales.

El miedo a perder sus años de antigüedad, prestaciones de ley y a que se hagan menos sus derechos laborales ha derivado en manifestaciones y bloqueos en avenidas principales de la capital en los últimos dos meses, lo que contrasta con aquellos años en los que médicos y enfermeros eran vistos como héroes y heroínas durante lapandemia que azotó a la Ciudad y al mundo.

En números redondos, la Secretaría de Salud (Sedesa) capitalina cuenta con alrededor de 40 mil trabajadores, de los cuales unos 32 mil 500 se transferirán al IMSS-Bienestar para ofrecer atención médica, aseveró su titular, Oliva López Arellano. El resto de los empleados (aproximadamente 7 mil 500) se quedarán en la dependencia para las funciones de salud pública y acción territorial que realizará esta secretaría.

Lee también:

A todos los empleados que transitarán al IMSS-Bienestar y que son de base se les respetará su situación laboral previa, por lo que no firmarán un nuevo contrato, aseguró. En el caso de los trabajadores con contratos eventuales y en condiciones laborales precarias, sí firmarán con el OPD IMSS-Bienestar.

En esta situación se encuentran alrededor de 6 mil empleados, de acuerdo con las autoridades locales, quienes explicaron que para los dos primeros días desde que arrancó el proceso 50% de los trabajadores eventuales, es decir, 3 mil 135, ya habían ido a dejar sus documentos.

El 15 de agosto arrancó el proceso de transición y basificación, dando prioridad al personal con contratos eventuales, de nómina 8, Galeno Salud, Insabi y por honorarios, al tratarse del personal médico que no cuenta con prestaciones. El objetivo, de acuerdo con las autoridades, es darles una base y garantizarles mejores condiciones laborales.

Para algunos, esta transición significa una oportunidad de obtener prestaciones y una plaza con base, en especial para aquel personal de los servicios de salud que fue contratado durante la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19. Tal es el caso de Mariana Chávez, licenciada en Derecho, quien llegó a trabajar a la Sedesa en 2020, para cubrir un interinato, por lo que apenas lleva tres años laborando.

“Esto me beneficiaría más para tener algo propio”, cuenta a EL UNIVERSAL, aunque también reconoce que es “mala onda” para quienes llevan muchos años de trabajo en la dependencia, en el caso de que no se les valore su antigüedad.

Esta etapa de la transición concluirá el próximo 1 de septiembre, de tal manera que los empleados puedan cobrar su primera quincena el día 15. El objetivo es que para finales de ese mes, todos los trabajadores formen parte de una misma nómina: la del OPD IMSS-Bienestar.

Con incertidumbre por la falta de información y claridad en el proceso, durante los primeros días se observaron largas filas a las afueras de las tres sedes que se abrieron para que los empleados fueran a dejar su documentación.

Lee también:

Para formar parte del proceso se solicitaron los siguientes requisitos: título y cédula profesional o comprobante de estudios, identificación, acta de nacimiento, CURP y constancia de situación fiscal; además se les realizó un nuevo examen sicométrico.

Aunque la intención de las autoridades es garantizar mejores condiciones laborales, bajo un esquema de “justicia y equidad”, no todos están de acuerdo en la manera en la que se ha dado la transición al OPD, toda vez que personal médico ha acusado falta de información.

Camilleros, personal de lavandería y administrativo, médicos y enfermeros contaron a esta casa editorial sus experiencias y temores.

1.- Juan Carlos Villanueva (camillero) 
Desde hace 11 años trabaja en el Hospital Materno Infantil, teme perder su antigüedad y prestaciones con la transición al IMSS-Bienestar o que una vez que se concrete la basificación, se le dé un contrato eventual.”Ellos nos comentan que sí nos van a respetar lo que es nuestro aguinaldo, los vales,  pero nada más es de palabra hasta ahorita. Nosotros no hemos recibido ningún oficio donde ellos realmente se comprometan a respetarnos esas prestaciones”, advirtió. Juan Carlos agregó que tiene una familia, “ahora sí que ellos dependen de uno”.

2.- Claudia Reynoso (trabajadora social) 

 Hace ocho años llegó a la Secretaría de Salud para hacer su servicio social en el Hospital Materno Infantil de Tláhuac y fue parte del personal que hizo frente a la pandemia de Covid-19. Desde entonces ha trabajado por interinato, pese a tener un sueldo bajo, por lo que ve con buenos ojos el paso al IMSS-Bienestar. “Para mí significa una oportunidad, la verdad sí, a mí me beneficiaría mucho, porque mi tipo de contratación no me ayudaba, las prestaciones que prometen dar y el salario sería mucho mejor a diferencia de como lo tenía”, explicó Claudia. 

3.- Jesús Sánchez (médico general)
Comenzó a trabajar en la Secretaría de Salud (Sedesa) en 2013, cuando todavía estaba el programa de Seguro Popular y después pasó al esquema Galeno. Recordó que en cada uno de estos cambios se le hizo firmar la renuncia para luego tener un nuevo contrato, por lo que advierte que podría ser lo mismo en esta ocasión y tendrá que empezar “de cero”. “Bases para todo el personal de la Secretaría de Salud, [en] el programa Médico Galeno nos lo prometieron desde que inició este gobierno”, señaló Jesús. 

4.- Davis Guevara (administrativo)
Con el título en mano que le da el grado de licenciado en Enfermería y Obstetricia, pidió que se “le haga justicia”, pues el año pasado obtuvo su grado, tras llevar 13 años trabajando en el área administrativa de la Secretaría de Salud (Sedesa), con un contrato de interinato.“Para mí era muy matado, salía de la escuela y con todo y uniforme me iba corriendo al trabajo. Fue un sacrificio terminar la escuela y titularme, [por eso] en esta administración nueva espero que se me haga justicia”, expresó David.

5.- Teresa Betzabé Soto (administrativa)
En el Hospital General Xoco realiza labores administrativas desde hace más de una década y cuenta con un contrato eventual, aunque tiene una licenciatura como médico cirujano aún en proceso de titulación. Pidió que durante la transición haya igualdad y certeza. “No nos oponemos a transitar al OPD IMSS-Bienestar. Sin embargo, creo que no existe hasta el día de hoy una certeza ni una claridad por parte del gobierno, sí hemos tenido mesas de diálogo, pero no se ha concretado nada”, puntualizó Teresa Betzabé.

6.- Gamaliel Ramírez (médico especialista) 
Lleva más de 10 años trabajando en el Hospital Enrique Cabrera y, para él, la situación “es incierta”, toda vez que no se les ha hecho de su conocimiento la normativa ni el tabulador de salarios. El médico especialista aseguró que, aunque no siente temor, sí tiene incertidumbre ante la inestabilidad laboral que hay en el sector. Gamaliel señaló que hace un par de años estuvieron en la primera línea de batalla para enfrentar la crisis sanitaria; sin embargo, “en este momento no tenemos una gratificación por ese gran esfuerzo que hicimos”.
1.- Juan Carlos Villanueva (camillero) Desde hace 11 años trabaja en el Hospital Materno Infantil, teme perder su antigüedad y prestaciones con la transición al IMSS-Bienestar o que una vez que se concrete la basificación, se le dé un contrato eventual.”Ellos nos comentan que sí nos van a respetar lo que es nuestro aguinaldo, los vales, pero nada más es de palabra hasta ahorita. Nosotros no hemos recibido ningún oficio donde ellos realmente se comprometan a respetarnos esas prestaciones”, advirtió. Juan Carlos agregó que tiene una familia, “ahora sí que ellos dependen de uno”. 2.- Claudia Reynoso (trabajadora social) Hace ocho años llegó a la Secretaría de Salud para hacer su servicio social en el Hospital Materno Infantil de Tláhuac y fue parte del personal que hizo frente a la pandemia de Covid-19. Desde entonces ha trabajado por interinato, pese a tener un sueldo bajo, por lo que ve con buenos ojos el paso al IMSS-Bienestar. “Para mí significa una oportunidad, la verdad sí, a mí me beneficiaría mucho, porque mi tipo de contratación no me ayudaba, las prestaciones que prometen dar y el salario sería mucho mejor a diferencia de como lo tenía”, explicó Claudia. 3.- Jesús Sánchez (médico general) Comenzó a trabajar en la Secretaría de Salud (Sedesa) en 2013, cuando todavía estaba el programa de Seguro Popular y después pasó al esquema Galeno. Recordó que en cada uno de estos cambios se le hizo firmar la renuncia para luego tener un nuevo contrato, por lo que advierte que podría ser lo mismo en esta ocasión y tendrá que empezar “de cero”. “Bases para todo el personal de la Secretaría de Salud, [en] el programa Médico Galeno nos lo prometieron desde que inició este gobierno”, señaló Jesús. 4.- Davis Guevara (administrativo) Con el título en mano que le da el grado de licenciado en Enfermería y Obstetricia, pidió que se “le haga justicia”, pues el año pasado obtuvo su grado, tras llevar 13 años trabajando en el área administrativa de la Secretaría de Salud (Sedesa), con un contrato de interinato.“Para mí era muy matado, salía de la escuela y con todo y uniforme me iba corriendo al trabajo. Fue un sacrificio terminar la escuela y titularme, [por eso] en esta administración nueva espero que se me haga justicia”, expresó David. 5.- Teresa Betzabé Soto (administrativa) En el Hospital General Xoco realiza labores administrativas desde hace más de una década y cuenta con un contrato eventual, aunque tiene una licenciatura como médico cirujano aún en proceso de titulación. Pidió que durante la transición haya igualdad y certeza. “No nos oponemos a transitar al OPD IMSS-Bienestar. Sin embargo, creo que no existe hasta el día de hoy una certeza ni una claridad por parte del gobierno, sí hemos tenido mesas de diálogo, pero no se ha concretado nada”, puntualizó Teresa Betzabé. 6.- Gamaliel Ramírez (médico especialista) Lleva más de 10 años trabajando en el Hospital Enrique Cabrera y, para él, la situación “es incierta”, toda vez que no se les ha hecho de su conocimiento la normativa ni el tabulador de salarios. El médico especialista aseguró que, aunque no siente temor, sí tiene incertidumbre ante la inestabilidad laboral que hay en el sector. Gamaliel señaló que hace un par de años estuvieron en la primera línea de batalla para enfrentar la crisis sanitaria; sin embargo, “en este momento no tenemos una gratificación por ese gran esfuerzo que hicimos”.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.

Comentarios