Los enfermos en fase terminal deben recibir atención médica integral cuando lo requieran, dejar voluntariamente el hospital y recibir información clara, oportuna y suficiente sobre las condiciones y efectos de su padecimiento, así como los tratamientos por los cuales puede optar según el mal que padezcan.
Así lo propuso el diputado Jesús Martín del Campo al presentar una iniciativa para reformar la Ley de Voluntad Anticipada, e incorporar conceptos indispensables para un óptimo tratamiento con cuidados paliativos, además de los derechos del paciente en estado terminal.
Pese a convalecer por Covid-19, lo que le ha impedido conectarse a las sesiones ordinarias virtuales, el diputado impulsa adicionar un capítulo sexto a dicha ley.
La propuesta, que fue turnada para su análisis, discusión y dictaminación a la Comisión de Salud del Congreso capitalino, contempla también que pacientes den su consentimiento informado por escrito para la aplicación o no de tratamientos, medicamentos y cuidados paliativos.
También pueden solicitar al médico que les administre medicamentos que mitiguen el dolor, y renunciar, abandonar o negarse en cualquier momento a recibir o continuar el tratamiento que considere extraordinario.
Se podría designar a un familiar, representante legal o persona de su confianza para que lo represente cuando esté impedido de expresar su voluntad. Dijo que la voluntad anticipada respeta el momento natural de la muerte y favorece la atención y los cuidados al final de la vida.