Derivado de un trabajo conjunto entre la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México y activistas, el Gobierno local preparó el protocolo para retirar bloqueos en avenidas principales, donde primero se agotará el diálogo y en cada caso se evaluará qué acciones tomar, además de si intervendrá la policía.
Este mecanismo fomentará la participación de la CDH para evitar violaciones a los derechos de los manifestantes, además de que establece que los policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que intervengan sólo portarán el uniforme reglamentario y la placa de identificación visible; por ningún motivo tendrán objetos ajenos a los asignados o armas letales.
Para atender a las personas que bloqueen vías primarias se buscará el diálogo previo, proponiendo alternativas de atención y establecerán un vínculo con la autoridad a la que se dirija su demanda.
Durante la presentación del protocolo, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, explicó que los mecanismos para atender bloqueos dependerán de cada circunstancia, aunque aseguró que se garantizará el derecho de la ciudadanía a manifestarse, pero también al libre tránsito de los capitalinos.
“No es lo mismo un bloqueo de personas que quieren agua en una vialidad, que significa que no hubo atención del gobierno, aun cuando lo solicitaron, que otras acciones.
“La ciudadanía tiene derecho a manifestarse, nosotros como gobierno tenemos que ser más eficientes en la respuesta a los servicios a los capitalinos.
“En el caso de los plantones hay que ver bajo qué circunstancias y condiciones (ocurren)”, dijo.
La secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, comentó que este documento define la participación de la dependencia a su cargo y de Seguridad Ciudadana, fundamentalmente en el ámbito de sus atribuciones.
Se establece que antes de que ocurra un bloqueo, el Gobierno capitalino actuará anticipadamente, incluso tendrá un correo institucional para atender las solicitudes de posibles manifestantes.
En caso de que se registre el bloqueo, uno de los más de 30 concertadores que hay en la capital se reunirá con los inconformes y antes de iniciar las negociaciones ofrecerá un contacto con la CDH, para que dé acompañamiento en todo el proceso. Posteriormente se propondrán alternativas de atención, basadas en el diálogo.
El gobierno local establecerá un vínculo con las autoridades a las que se dirija la petición de los manifestantes, tanto a nivel local como federal, y mientras se realizan las negociaciones los concertadores buscarán un acuerdo con los inconformes para que permitan el paso de vehículos de emergencia.
Asimismo, los concertadores exhortarán y propondrán formas alternas de uso del espacio público para continuar su manifestación, sin entorpecer el tránsito en vías primarias. En caso de que se pierda el diálogo y se registren condiciones peligrosas para los ciudadanos, el Gobierno capitalino activará el protocolo de actuación policial de manera gradual.
Una vez agotadas todas las medidas de persuasión y diferenciando los actos ilegales de los que no lo son, se podrá recurrir a la dispersión de una manifestación si resulta estrictamente necesario y se acredita un peligro real; o bien cuando exista una amenaza o afectación real y objetiva a las instalaciones estratégicas o bienes.