Zinacantepec, Méx.— El cierre del relleno sanitario de Xonacatlán generó una cascada de ajustes en la disposición final de los residuos sólidos de siete ayuntamientos que llevaban su basura en el confinamiento que recibía 16 mil 159 toneladas mensuales.

Los ayuntamientos tuvieron que modificar la logística de recolección y disposición final de la basura, destinar más presupuesto a esta tarea e incluso tuvieron que impulsar la separación de residuos entre la población.

Xonacatlán fue clausurado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) el 29 de mayo pasado. Recibía un promedio de 539 toneladas de desechos diarios provenientes de siete municipios: Huixquilucan, Jilotzingo, Lerma, Otzolotepec, Temoaya, Toluca y Xonacatlán.

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Debido al cierre, Toluca, Metepec, Xonacatlán, Almoloya y Villa Victoria ahora depositan los residuos en Zinacantepec, donde la recepción se ha triplicado, pues pasó de 150 toneladas diarias a 500, informó el edil Manuel Vilchis Viveros.

Incluso explicó que el depósito particular que no depende del ayuntamiento debió abrir cuatro celdas nuevas para la disposición final de los desperdicios. Admitió que hoy un camión recolector debe esperar hasta dos horas para descargar por la alta demanda.

El alcalde de Zinacantepec dijo que el ayuntamiento mantiene vigilancia para verificar que el relleno cumpla con las licencias sanitarias correspondientes, así como las normativas federal y estatal, pues en Xonacatlán el problema fue que no contaban con los permisos correspondientes.

El alcalde de Toluca, Raymundo Martínez Carbajal, refirió que tras la clausura del relleno de Xonacatlán, las afectaciones al municipio fueron logísticas. “Esto se veía venir. El depósito de Xonacatlán nos ayudaba mucho porque permitía dividir geográficamente a Toluca en tres zonas y facilitaba la entrega; ahora se está haciendo en los otros dos rellenos sanitarios”, dijo.

Detalló que la capital mexiquense genera alrededor de 550 toneladas de basura, de las cuales 20%, alrededor de 110 toneladas, se iban al relleno de San Miguel Mimiapan. Ahora la mitad de esas toneladas van a parar a Zinacantepec y el resto a San Antonio la Isla.

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Separación de desperdicios

En Otzolotepec, el ayuntamiento informó que el costo del servicio se elevó 50%, pues llevan la basura a San Antonio la Isla, lo que implica un gasto superior, de un promedio de 10 unidades. “Estamos exhortando a la población a seguir con la separación de residuos”, informó el ayuntamiento.

Las autoridades municipales iniciaron con un programa piloto de compostaje entre la población, con dicha disposición redujeron en 20% la cantidad de basura que se envía al relleno sanitario de San Antonio la Isla.

Actualmente los camiones recolectores deben recorrer más de 20 kilómetros extras para llevar los desperdicios a su destino, lo que ha generado un alza en el costo del servicio que, según datos del portal de transparencia, hasta 2021 recibía un presupuesto anual de aproximadamente 35 millones de pesos.

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En Xonacatlán, el ayuntamiento precisó que no pagaban nada por el traslado de los residuos, porque Mimialpan se encuentra dentro de su territorio, pero tras el cierre deben desembolsar 500 mil pesos más por llevarla al relleno de Zinacantepec.

En el caso de Temoaya, firmaron contrato con Zinacantepec para poder depositar un promedio de 120 toneladas semanales.

El ayuntamiento informó en un principio que enfrentarían el alza en el costo de la gestión de residuos sólidos urbanos, porque no podían dejar de brindar el servicio; sin embargo, una semana después definieron que reducirían el número de viajes, es decir, pasaron de llevar a diario la basura al relleno a trasladarla tres veces por semana.

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