En coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), la Policía de Investigación (PDI) rastrea a un sujeto que en diversas plataformas de redes sociales anuncia y vende billetes falsos de distintas denominaciones; sin embargo, la crisis actual ocasionada por la pandemia del mortal virus del Covid-19 desencadenó que el mercado del falsificador se extienda a toda la metrópoli.
Esta situación alertó a las autoridades, puesto que han detectado los billetes apócrifos en gasolinerías, restaurantes, e incluso, en instituciones crediticias y tiendas departamentales donde quienes adquieren el dinero han pagado deudas.
El papel está bien diseñado e impreso, por lo que los empleados de esos lugares al momento no se dan cuenta del atraco hasta que el efectivo es ingresado al banco donde de inmediato detectan las irregularidades.
La indagatoria apunta a que esta persona que se identifica como Lic. Dámaso, cuenta con una red de distribuidores que hacen entregas pequeñas en estaciones del Metro y cuando se concreta “un pedido grande”, los billetes llegan por paquetería a domicilio. De momento, las autoridades han detectado más de 2 millones de pesos en billetes falsificados que salieron de la Ciudad de México a lugares como Tlaxcala, Morelos y Puebla.
Para demostrar que los billetes falsos son “efectivos”, el comerciante muestra varias capturas de pantalla de conversaciones en WhatsApp donde supuestamente sus clientes les agradecen la compra e incluso, aseguran que sí funcionan. “Metí cuatro de 500 y el resto con billetes reales y no hubo problema alguno”, se alcanza a leer en los comentarios que el Lic. Dámaso publica en sus cuentas de redes sociales.
En el mismo espacio, y con base en la experiencia de otros compradores se dan tips sobre cómo utilizar los billetes falsos sin ser detectados o denunciado a las autoridades, recomiendan por ejemplo, hacer pagos mezclando los billetes apócrifos y verdaderos, de un máximo de cuatro de denominaciones diferentes, los de 500 y 200 son los más utilizados y pedidos.
También recomiendan pagar de noche en gasolinerías y en cajas del supermercado cuando hay mucha gente, asegurando que la “prisa” que tiene el cajero en ocasiones permita que se pueda utilizar más un billete falso.
Estos trucos aparentemente dan resultados, pues los pedidos al estafador han incrementando durante las últimas semanas, por lo que las investigaciones de aceleraron para evitar que se sigan comercializando.
En este sentido, las indagatorias han permitido identificar al menos tres cuentas en redes sociales en las que se vende el producto, gracias a eso ya se ubican dos nombres que conceden con igual número de personas encargadas de imprimir los billetes y comercializarlos.
No se descarta que en los siguientes días se dé a conocer la desmantelación de esta banda que ha estafado desde empresas establecidas, hasta aquellos que de manera consciente han comprado el efectivo para también afectar a comercios.