De una plantilla de 35 mil trabajadores del sector Salud de la Ciudad de México, entre agosto de 2020 y julio de 2021 un total de 2 mil 369 empleados se contagiaron de Covid-19, de los cuales fallecieron 45, revela el reporte que envió al Congreso local la secretaria de Salud, Oliva López Arellano, con motivo de la glosa del III Informe de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo.
Destaca que la lucha contra el coronavirus provocó que aumentara y fortaleciera su planta laboral de hospitales y Centros de Salud, en particular de la rama médica y enfermería.
Por ello, contrató 494 médicos generales, 128 especialistas, 258 enfermeras generales, 485 auxiliares de enfermería y 696 trabajadores técnicos, para un total de 2 mil 61 trabajadores.
De allí que no dejó de atender a los capitalinos con otros padecimientos. En este periodo proporcionó 237 mil 314 consultas externas; además de 404 mil 518 consultas de urgencias, de ellas 75 mil 537 por Covid-19; 94 mil 129 egresos hospitalarios, de los cuales 11 mil 755 fueron por coronavirus, y 17 mil 290 seguimientos domiciliarios de personas contagiadas.
También se realizaron 45 mil 913 cirugías, 26 mil 642 atenciones de nacimientos y 6 millones 278 mil 95 de diagnósticos.
Sobre la atención de Covid-19, destacan los estudios de tomografía computarizada (TC), vitales para el diagnóstico diferencial de SARS-CoV-2, así como los estudios de laboratorio clínico.
Sobre este aspecto, indica el informe de la secretaria de Salud capitalina, se llevaron a cabo 37 mil 443 estudios de TC, 2 millones 504 mil 662 pruebas de perfil de urgencias y 697 mil 978 pruebas perfil SARS-CoV-2.
Además, se realizaron 64 mil 413 pruebas de detección de Covid-19 a los pacientes que demandaron servicios en áreas de triage, urgencias o de hospitalización, 16% se confirmaron como casos positivos, aunque la mayor parte de las pruebas empleadas fueron de antígenos (rápidas), pero 4 mil 98 casos sospechosos necesitaron la prueba confirmatoria con RT-PCR.
Por otra parte, destaca el reporte que las vacunas disponibles contra el Covid-19 recibieron de la Organización Mundial de la Salud (OMS) un dictamen para uso de emergencia, “lo que significa que las evidencias sobre seguridad y efectividad de las inyecciones, en el poco tiempo de experimentación, tienen beneficios conocidos y potenciales que superan los riesgos conocidos y potenciales de las vacunas”.
Sin embargo, señala el informe, es necesario seguir el monitoreo y vigilancia, a través del tiempo, de las posibles reacciones adversas de las vacunas en la población general o en grupos de edad específicos, que durante la fase tres de los estudios no fueron observadas.
Por ello, destaca Oliva López Arellano, el gobierno federal estableció el Manual de Procedimientos Estandarizados para la Vigilancia Epidemiológica de Eventos Supuestamente Atribuibles a Vacunación o Inmunización (ESAVI).
De allí que hasta el momento los hospitales de la Secretaría de Salud local (Sedesa) han registrado y atendido 25 ESAVIS, “la mayoría leves, sólo dos casos requirieron hospitalización en personas con antecedentes de enfermedades crónicas no transmisibles, ambas se recuperaron con tratamiento médico”.
Aunque entre el personal de Salud ocurrieron 22 ESAVIS y tres casos en la población general, pero del total de esos hechos, 20 casos fueron asociados con la primera dosis de la vacuna Pfizer, cuatro con Sputnik V y uno con AstraZeneca.